Esta tarde, a las 19:20, visita al Atlas en Guadalajara, México, por los cuartos de final de la Copa Libertadores. El empate 2-2 obliga a Boca a otra de sus hazañas
El actual campeón de América, Boca Juniors, aguarda confiado el partido de esta tarde frente al Atlas, por un lugar en las semifinales de la Copa Libertadores y espera no sentir la presión del mítico estadio Jalisco, que estará colmado por 60.000 fanáticos, de los cuáles sólo 200 serán hinchas xeneizes.
A último momento. En esta ciudad, denominada "la perla Tapatía" por su belleza, el equipo permanece resguardado en el Hotel Hilton, donde se protege del intenso calor, ya que se espera que a la hora del trascendental choque la temperatura oscile entre los 30 y 33 grados, por tal motivo, el grupo decidió llegar al escenario del encuentro, casi sobre la hora del partido.
La decisión la tomó el cuerpo médico del plantel, que le indicó a los jugadores que se mantengan hidratados permanentemente y refugiados en el aire acondicionado para evitar sentir el agobio que se produce al salir por las calles de este importante polo industrial y tecnológico, que divide sus pasiones entre los hinchas de Atlas y Las Chivas.
En contra. Esta mañana, las calles de la ciudad amanecieron con diversos carteles que invitan a los simpatizantes locales a concurrir al estadio y alentar a los "rojinegros".
En el lobby del hotel, el entrenador de Boca, Carlos Ischia, le dijo a Télam que está tranquilo porque sabe lo que puede rendir Boca Juniors en esta instancia, y dijo que el equipo "no debería repetir las desatenciones que cuestan goles".
"Vamos a tratar de ser firmes en defensa", enfatizó el entrenador y remarcó que "en este tipo de instancias, Boca ya demostró lo que puede hacer".
Los futbolistas permanecieron en sus habitaciones, sólo algunos bajaron al primer piso para un desayuno y una hora antes de la partida hacia el estadio, Ischia dará la charla técnica, momento en el que confirmará el equipo.