Los embarques de cereales se derrumbaron un 80 por ciento en la última semana como consecuencia de un paro agropecuario que casi paralizó la comercialización de
granos, en medio de un tira y afloje con el Gobierno nacional por las retenciones, con final abierto.

La operatoria diaria normal, que no bajaba de 100.000 toneladas, después del paro no supera las 20.000 toneladas y sigue en descenso.

El panorama de mayor impacto de la protesta se vivió en Rosario, el puerto concentrador por excelencia de los embarques cerealeros, donde en la madrugada del martes ingresaron apenas "dos" camiones.

Ese pobre ingreso contrastó con lo ocurrido hace un año atrás, cuando habían llegado a las playas portuarias casi 6.000 camiones.

De acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el promedio diario de ingreso de camiones en los últimos cinco días fue de 1.399 unidades, cuando en igual período del año anterior había sido de 5.241.

Los operadores consultados coincidieron en calificar de "impactante" la reducción.

Igual, el sector cerealeros venía manteniendo un fuerte repunte que hace que, por el momento, se atenúe el impacto de la medida de fuerza del campo, al menos en estos primeros días.

Es que, en lo que va del año, ya ingresaron 331.431 camiones de cereales a Rosario, un 4 por ciento más que lo acumulado en igual lapso de 2007.

Esto producto de la muy buena cosecha y de los excelentes precios internacionales que impulsaron a los productores a sembrar más.

Igual, todos los operadores coinciden en que, a esta altura del año, el sector cerealero podría haber superado en más del 10 por ciento los embarques del año pasado si no hubiese existido el lockout de marzo último, donde durante tres semanas casi no hubo comercialización.

A esto se suma el paro decidido a mediados de la semana pasada, cuya continuidad o no será definida este jueves por los productores, en medio de un enfrentamiento sin precedentes con el Gobierno kirchnerista.

Fuentes del sector granario estiman que hay unos 15.000 millones de dólares de granos sin vender aún, y se desconoce cuánto tiempo estarían en condiciones de ser retenidos por los productores.

El principal escollo para acercar posiciones entre el Gobierno y el agro está vinculado con las retenciones móviles a la soja.

La cosecha 2008 está valuada en unos 24.000 millones de dólares, de los cuales el Gobierno intenta recaudar unos 11.000 millones.

De no mediar el alza de retenciones el Fisco hubiese echado mano de "sólo" 8.500 millones de dólares, según coincide la mayoría de los analistas.

El intento oficial de apropiarse de ese excedente, de entre 2.000 y 2.500 millones de dólares, explica buena parte de la pelea, que también obedece a diferentes concepciones sobre lo que se debe hacer con la riqueza del país, que sirvió tras la crisis del 2002 para acallar las voces de protesta de los piqueteros.

Argentina es el primer exportador mundial de aceites de soja y girasol, además de ser el segundo de maíz y el quinto de trigo, con una capacidad de proveer alimentos para unas 300 millones de personas, según la secretaría de Agricultura de la Nación.

Pero si el conflicto persiste, los expertos coincidente en que el país habrá perdido la oportunidad de aprovechar un escenario internacional único, que podría haber provocado un ingreso excepcional de divisas para apuntalar el crecimiento económico.