El partido entre River y San Lorenzo, en el estadio Monumental, comenzó con mucha vehemencia y nervios, principalmente por el lado de los "millonarios", necesitados de remontar el 1-2 con el que los "santos" llegaban a su casa.

Un remate de Andrés D'Alessandro, a los 8 minutos de juego, exigió los reflejos del arquero Juan Pablo Carrizo, y esa fue la medida para saber las dudas de River en el fondo.

Pero un minuto más tarde fue Sebastián Abreu el que definió al gol tras un taco de Falcao, pero el árbitro Sergio Pezzotta sancionó posición adelantada.

El partido se mostraba con pierna fuerte, caras tensas y sin que ninguno de los dos pudiera marcar una diferencia sobre el otro, hasta que la zurda de Abelairas troncó las esperanzas del "ciclón".

Es que un tiro libre desde la derecha, con mucha comba, no fue conectado por nadie en el área y el balón le pasó por al lado a un Agustín Orion sorprendido, que no pudo evitar la caída de su valla.

La vehemencia iba a tener las consecuencias lógicas, esto es, alguno de los equipos quedaría en inferioridad numérica, y así sucedió a los 43 cuando Diego Rivero vio la segunda tarjeta amarilla y por ende la roja, tras una falta sobre Villagra.

D'Alessandro era el encargado de manejar el ataque azulgrana y Buonanotte era el hombre dedicado a la creación entre los de Simeone, además de Abreu y Abelairas.

En el complemento Ramón Díaz debió suplir a Méndez, lesionado, e ingresó Aguirre, sabiendo además que estaba con un hombre menos y necesitaba hacer un doble esfuerzo para poder aguantar el partido.

Pero la ingenuidad de un jugador profesional como Jonhatan Bottinelli no se concibe, sobre todo porque a los 60 le aplicó un inexplicable codazo a Falcao, dentro del área y cuando el balón era propiedad de su arquero Orión.

Pezzotta expulsó a Bottinelli y además cobró penal. La pena máxima la tomó el uruguayo Abreu y puso el 2-0, con un remate al medio del arco.

Pero San Lorenzo sacó de sus entrañas una fuerza interior fenomenal, que le permitió dar vuelta la historia, primero con un zurdazo violento de Bergessio, ante la atónita mirada de la defensa "millonaria" y luego con un cabezazo del propio "lavandina" que puso el 2-2.

Los nervios carcomieron las ideas de los hombres de Simeone y nada pudieron hacer ante un San Lorenzo inteligente que expuso Ramón Díaz, que llevaron a la perfección sus jugadores, en especial D'Alessandro y Bergessio.

En tiempo de descuento, Tuzzio cometió una fuerte falta sobre Torres y también se fue expulsado.

San Lorenzo festejó hasta el cansancio este empate que tuvo el sabor de la victoria, mientras que a River le esperan días difíciles de ahora en más