Aseguró que, a menos que las empresas reduzcan sus ganancias, se desatará una puja entre precios y salarios con efectos desfavorables para el país
La Confederación General del Trabajo (CGT), a través de su secretario, José Luis Lingeri, aseguró ayer que, a menos que las empresas reduzcan el margen de ganancias, se ingresará en una sucesión creciente de acontecimientos que desembocará en la elevación del nivel de precios con efectos desfavorables para la economía del país.
Lingeri, advirtió que se ingresará en una "espiral inflacionaria" si se desata una puja entre precios y salarios, pidió a los empresarios que redujeran su margen de ganancias, para tener "una visión del país hacia adelante".
Al aludir a los empresarios, expresó que "hay una tendencia a cubrirse de antemano ante cualquier situación" que llevaría a subir el precio de los productos, pero advirtió: "Si entramos en una puja de precios y salarios, terminamos en una espiral inflacionaria".
El dirigente reclamó que "aquellos [empresarios] que estuvieron acostumbrados a ganar, sobre su margen de venta, un 50, un 40 por ciento, hoy a lo mejor es un 20 el que obtienen, pero a largo plazo".
"Hay que tener una visión de país hacia adelante, no del día a día, que nos hace dejar de ser competitivos", planteó, en declaraciones a FM Milenium.
A su vez, afirmó que "si el precio de la hacienda en el Mercado de Liniers es de 3,80 pesos y en el mostrador es de 15 o 16 pesos, hay alguien en el medio que se queda con un pedazo de la torta que tendría que distribuirse entre todos los argentinos".
El líder sindical, además, criticó que "se anunció una discusión para paritarias en febrero, y ya estaban remarcando" los empresarios, para anticipar una eventual suba salarial.
"Se cubrieron los empresarios con la presunta discusión salarial, y después justifican el aumento que se acuerda en las paritarias para reajustar nuevamente sus costos, en función del aumento de salarios. O sea que se cubren siempre dos veces", cuestionó Lingeri.
La semana pasada, representantes de todos los sectores del sindicalismo, excepto los seguidores del gastronómico Luis Barrionuevo, le manifestaron a la presidenta Cristina Fernández su respaldo al modelo que impulsa el gobierno, aunque, según trascendió, también inquietud por los índices inflacionarios.