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23 de noviembre de 2024
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Techint ratificó que quiere seguir en Sidor de Venezuela
A pesar de los desplantes de Chávez, el holding liderado por Paolo Rocca buscará quedarse como socio minoritario. Dudas sobre el rol de los Kirchner
4 de mayo de 2008
"Techint quiere seguir en SIDOR, aún como socio en minoría de Venezuela", aseguró Daniel Novegil, el presidente de la siderúrgica Ternium, que encabeza las
negociaciones con el gobierno de Hugo Chávez.

Novegil sostuvo que la nacionalización se entiende a partir del "contexto político de Venezuela" y que es una decisión de "oportunidad y estrategia" del Gobierno.

"Estamos dispuestos a llegar a un acuerdo, siempre que los términos sean justos y luego continuemos trabajando para que, bajo control del Estado, SIDOR siga siendo exitosa", explicó el ejecutivo a Clarín.

La declaración se publicó un día después de que la revista Noticias diera un dato inquietante.

Sostiene que en Techint existe preocupación por el rol jugado por el matrimonio Kirchner en esta operación, ya que desde el Gobierno argentino no se habrían realizado todas las gestiones esperadas por el grupo liderado por Rocca para evitar que Chávez reestatizara la siderúrgica.

Incluso, Noticias vincula esa ausencia de énfasis de los Kirchner a una revancha porque considerarían que Techint, a través de su vinculación con Transportadora Gas del Norte (TGN), filtró los sobreprecios pagados en el caso Skanska, uno de los principales hechos de corrupción que le quita el sueño al Gobierno.

"Dame el nombre del funcionario que haya cobrado la coima y lo echamos, o me voy yo", asegura Noticias que le dijo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al número dos del grupo Luis Betnaza a mediados de 2007, cuando arreciaba la información de Skanska en los medios.

Ya el diputado hiperoficialista Carlos Kunkel, quien no suele hablar sin que los Kirchner estén de acuerdo, había reclamado a los medios tratar a la causa Skanska como "caso Techint".

Más allá de las especulaciones, fue notorio que Cristina Kirchner no hizo todo lo que estaba a su alcance para evitar convencer a Chávez de que no le expropiara Sidor a Techint.

El tiempo dirá si esta operación forma parte de un plan de más largo aliento para que las grandes compañías del país queden en manos de sectores vinculados estrechamente con el Gobierno.