La semana que viene se haría el primer encuentro entre representantes del empresario uruguayo Juan Carlos López Mena y sus pares del Grupo Marsans para las primeras negociaciones con vistas al posible ingreso del empresario uruguayo al capital de Aerolíneas Argentinas.

Según pudo saber CÓDIGO AÉREO, el nombre de Juan Carlos López Mena habría sido acordado con las autoridades argentinas y el canciller español Miguel Ángel Moratino la semana pasada y no habría recibido vetos de los accionistas mayoritarios del Grupo Marsans.

Juan Carlos López Mena es dueño de la empresa uruguaya Buquebus, empresa que cuenta con 8 barcos y facturaría más de 100 millones de dólares anuales, además de transportar cerca de 12.000 personas diarias entre Buenos Aires y Montevideo.

Desde el 2001, comenzó a desarrollar el negocio de operador turístico y, en la actualidad, es uno de los tres mayores agentes de viajes hacia España, la ruta internacional que atrae más cantidad de viajeros hacia Europa; además de tener la mayor taja del mercado de turismo argentino-uruguayo.

En el seno del Grupo Marsans prefieren ser conservadores sobre las posibilidades de las conversaciones. Por un lado, Juan Carlos López Mena tiene experiencia en logística y medios de transporte, pero no tiene especialidad en el mercado aéreo. Por el otro, la duda es cuánto se valuará a Aerolíneas Argentina, para poder el precio de venta de las acciones que reclamaría el empresario uruguayo.

El secretario de Transporte Ricardo Jaime ha sostenido que en el Ministerio de Economía, durante la gestión de Miguel Peirano y Martín Lousteau, se realizaron estudio y se fijó en valor en la compañía, pero se cree que es muy lejano del precio que tienen en mente Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán, que ronda los 1.000 millones de dólares.

Sin embargo, más allá del precio, los españoles tiene en claro que será una venta al estilo YPF, es decir, se pagará una pequeña suma inicial y sucesivas cuotas que se saldarían con las ganancias que realice la propia empresa.

Pero la gran diferencia que existe entre YPF y Aerolíneas Argentinas es el resultado operativo de la compañía: mientras que la petrolera gana miles de millones de dólares anuales, con tendencia de precios del petróleo en suba, lo que asegura utilidades; la líneas de bandera argentina arrastra un concurso preventivo, cinco años de pérdida acumuladas, serios retrasos en sus pagos a los proveedores y un rojo acumulado en cuatro meses que rondaría los 150 millones de dólares.

Pese a que tiene un bajo perfil y no se lo considera un "empresario K", tiene excelentes relaciones con el matrimonio Kirchner y con Julio de Vido. Por ejemplo, Buquebus fue una pieza clave para lograr la elección de Tabaré Vasquez, una jugada brava internacional que realizó la Casa Rosada en donde hubo apoyo político, logístico, monetario, de publicidad y de propaganda, pese a que pocos años antes se lo consideraba cercano al ex Presidente José María Sanguinetti.

Con el Ministro de Infraestructura ha logrado una relación tan cercana que hace unos 10 meses, Juan Carlos López Mena logró una impresionante aplicación del contrato de concesión (que vencía en 2013) hasta el 2027 del servicio que presta hacia el Uruguay.

Además, en los pasillos del Palacio de Hacienda, se sostiene que el empresario habría contado con apoyo oficial para dilatar casi dos años la autorización de Colonia Express a operar en la Argentina, una compañía menor que no ha logrado sacarle más que unos poco puntos del 80% del mercado binacional de transporte que administra.

También con el guiño del gobierno argentino, Juan Carlos López Mena está analizando ingresar en el transporte de cargas de alta velocidad. Por ejemplo, unir Montevideo con Santo llevaría sólo 18 horas, contra casi tres días que demora un viaje en barco tradicional.

Para la segunda mitad de año se espera que ponga en funcionamiento el barco que está construyendo para realizar este peculiar servicio, que podría ser ultra rentable en el corto plazo, dado los cortes de rutas hacia Uruguay. Cada uno de los barcos que tendría esta nueva empresa podría llevar 200 contenedores, que se cargarían y descargarían en dos horas.

También figura en sus planes crear un servicio de transporte de personas y cargas que unan Buenos Aires con Asunción a través del Río Parana. Sin embargo, lo duro va a ser conseguir que una papelera comience a contaminar la zona, para que los puentes entre los dos países puedan ser interrumpidos por vecinos mal informados que se dejan utilizar.

Los lazos con España, también son fluidos. Además de operar un servicio de ferry entre Ceuta (norte de Africa) y Algecira (España) y ser un gran operador turístico desde la Argentina, el último barco incorporado a la flota porteña (Luciano Federico L) fue construido en los Astilleros Bazán de la península ibérica, con una inversión de 38 millones de dólares.

El desembarco de Buquebus en España se produjo en 2006, pero un año más tarde, la empresa fue vendida por una cifra cercana a 40 millones de dólares a la empresa naviera hispana Balearia, que cubría la misma ruta.

Con la venta, quedó sin concretarse la operación de la ruta Barcelona - Palma de Mallorca, tuvo graves problemas en Italia, con lo cual, no pudo comenzar a desarrollar actividades en Nápoles y tuvo grades problemas para hacer pié en los Estados Unidos (quería el trayecto Fort Myers - Kay West, pero no lo dejaron usar barcos usados).