Evalúa disputar una banca a diputado nacional, o una de senador. Cree que, después del paro del campo, se le abrió un espacio. Fue el artífice de la presidencia de Kirchner
Eduardo Duhalde, el hombre que dijo hace poco menos de un año que se retiraba de la política, tendría decidido presentarse el año próximo como candidato a diputado o a senador nacional, reveló el diario Clarín.
Dejado de lado ostensiblemente por Néstor Kirchner en la recomposición del Partido Justicialista que en estos días está coronando el ex presidente, Duhalde venía rumiando la idea de la venganza en alguna instancia electoral futura.
Pero el paro del campo, con su secuela de protestas y cacerolazos, le dio la excusa perfecta para acelerar sus planes.
"Tenemos que largar ahora; si les ganamos el año que viene, el 2011 es nuestro", es la frase que Duhalde utiliza en sus diálogos con políticos y sindicalistas.
En los últimos días estuvo reunido con el ex senador, Ramón Puerta, y con el jefe sindical de los peones rurales, Gerónimo Venegas, uno de los que enfrentó al Gobierno durante el paro del campo. Además, mantuvo reuniones con intendentes del conurbano bonaerense (varios no respondieron a sus llamados), con empresarios de segunda línea y con un par de dirigentes ruralistas que en estas horas intentan resolver sus diferencias con el kirchnerismo.
Uno de los obstáculos que tendrá el ex presidente es que no tiene lugar en la estructura formal del PJ, hegemonizada por Kirchner y sus aliados y ya no podría ser candidato por el peronismo.
Lo resolvería acudiendo a uno de los muchos sellos partidarios que pululan en la provincia de Buenos Aires y que Duhalde llevó en algunos de los frentes que promovió en el pasado cuando lideraba el peronismo bonaerense.
Otra dificultad es la percepción que la sociedad pueda tener de su persona. Las encuestas que le acercaron algunos de sus fieles muestran que su imagen no está bien ponderada por los bonaerenses y que -cualitativamente- el electorado lo considera un político anticuado. Casi un integrante de lo que el kirchnerismo denominaba "la vieja política" cuando estaba en su esplendor.
De todos modos, quienes escucharon a Duhalde en los últimos días, afirman que el ex presidente pretende obtener un triunfo que lo posicione como un referente ineludible cuando comience a discutirse la elección presidencial del 2011. Un papel, el de hombre de consulta, que Kirchner jamás le concedió.
El dilema sobre si competir por una banca de diputado o una de senador nacional no es menor. En el segundo de los casos, podría llegar a enfrentarse con el mismísimo Kirchner, quien -como anticipó Clarín hace un mes- evalúa también la posibilidad de presentarse como candidato en la provincia si el oficialismo decide hacer renunciar al senador por Buenos Aires, Eric Calcagno, ahora al frente de una subsecretaría de Pymes.
Duhalde espera crecer a la sombra de los cuestionamientos todavía tímidos que Kirchner viene recibiendo de los gobernadores y algunos peronistas relevantes. Pero el presente lo encuentra rodeado por el puñado de dirigentes peronistas que busca sobrevivir a la topadora kirchnerista: Jorge Sarghini; Miguel Angel Toma y Alberto Pierri son algunos de ellos.
El viernes, Duhalde estuvo en Bogotá para reunirse con el presidente colombiano, Alvaro Uribe. El encuentro le sirvió para mostrar un perfil diferente al de los Kirchner, quienes cuestiona el papel de Uribe en las tensas negociaciones entre Colombia y los guerrilleros de las FARC.