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Se acaba la carne
Ya es casi total el desabastecimiento de carnes en Buenos Aires. Aunque se normalizara hoy la entrega, los cortes recién llegarían el viernes próximo
31 de marzo de 2008
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Tras dieciocho días de paro, el desabastecimiento de carne en Buenos Aires es total.

El fin de semana que pasó los grandes supermercados, las carnicerías y los autoservicios chinos liquidaron los contados cortes de carne que les quedaban, con lo que el rito del asado del domingo quedó postergado, por lo menos hasta la semana próxima.

Los problemas en la entrega también se están haciendo sentir en otros rubros, como lácteos o aceites, aunque en ambos casos no se puede hablar de un proceso de desabastecimiento, sino de faltantes específicos.

"La carne directamente se terminó. Lo último que llegó a las góndolas fueron las reservas de algunos cortes congelados, como los pecetos que tenían los supermercados, pero que también desaparecieron muy rápido", explicó Juan Vasco Martínez, director general de la Asociación de Supermercados (ASU).

Por su parte, el presidente de la Asociación de Carnicerías de la Capital, Alberto Williams, confirmó a LA NACION que "el 95% de las carnicerías del país ya no tiene carne" y señaló que también se están agotando muchos de los productos sustitutos, como las salchichas. Por esta situación, indicó, muchas carnicerías directamente cerraron sus puertas o están dedicando los días hábiles para pintar o refaccionar los locales.

Autoservicios chinos

La falta de carne también es total entre los autoservicios chinos, que tradicionalmente abastecen a los hogares de menores recursos de la Capital y el GBA. "El problema es que no sólo falta carne, sino que también tenemos más de un 50% de desabastecimiento en verduras y lo poco que llega es de muy poca calidad", señaló Miguel Angel Calvete, secretario de Casrech, la cámara que reúne a los autoservicios de origen oriental.

En el caso de la carne, la normalización en el abastecimiento no será inmediata. Por más que desde fuentes oficiales aseguren que los frigoríficos ya están recibiendo algunos animales para la faena -dentro de lo que definen "operativo vaca"-, en el mejor de los escenarios sólo el próximo viernes los cortes llegarían al público. "Hay que esperar entre 72 y 96 horas para completar el proceso desde la faena hasta el mostrador, a lo que se suma el feriado del miércoles, que puede demorar más la entrega", señaló Calvete.

No sólo el consumo está seriamente afectado por el desabastecimiento. Varias industrias están atravesando una situación de virtual parálisis, ya sea porque no reciben insumos o porque no pueden despachar sus productos, con lo que aparecen los primeros casos de fábricas paradas y adelantamiento de vacaciones. "El 90 por ciento de nuestra industria está paralizada", informó Alberto España, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM). El problema para ellos es doble: por un lado, no les llega el cereal; por el otro, no pueden despachar la harina que todavía les queda. "De continuar la protesta, creo que en la semana va a haber desabastecimiento total de harina", señaló España, que estimó que las pérdidas de la última semana sumaron más de $ 100 millones.

Lácteos

La industria láctea, cuya producción depende en gran medida del "día a día", es otra de las grandes perjudicadas, porque tiene la capacidad de stock al límite, señalaron fuentes del sector. "Está comprometida nuestra capacidad de almacenamiento. Tenemos mercadería hasta en los pasillos", respondieron en Sancor. Por ese motivo, la planta que esa compañía tiene en Córdoba está parada. La de Chivilcoy fue afectada por otro inconveniente: no le llega la materia prima.

Por su parte, el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, calculó que "ya se ha afectado la producción avícola de los próximos seis meses".

"Nos están fundiendo, mientras ellos [los productores rurales] siguen trabajando con su cosecha", dijo.

CEPA denunció que las cámaras frigoríficas de las plantas procesadoras están llenas de pollos faenados, sin poder enviarlos a los centros de consumo, porque no se permite su paso, y que hay pollos subalimentados y hambreados por falta de maíz y de soja. La semana pasada tuvieron que sacrificar 1,3 millones de pollitos bebe.

No menos grave es la situación en frutas y verduras. El presidente de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas, Fabián Zeta, indicó que en el Mercado Central se tiraron dos toneladas de mercadería. "Las pérdidas son millonarias", dijo.

Un relevamiento realizado por la Federación Económica de Buenos Aires agregó luces de alarma: en Chacabuco estiman que esta semana se quedarán sin fruta, las panaderías de Coronel Pringles ya están desabastecidas y la industria avícola de Roque Pérez suspendió a 500 trabajadores, entre otros inconvenientes.