Se convirtió en el líder natural de la protesta agraria por sus posiciones duras. La SIDE lo investiga para saber si cometió delitos. Dicen que se viene la "guerra sucia"
Alfredo De Angelis es el productor "más duro de todos", desde la óptica de la Casa Rosada, y por eso no es casual que la SIDE lo esté investigando.
Según Perfil.com, es probable que en las próximas horas a De Angelis se lo relacione con algún delincuente famoso.
El medio de editorial Perfil reveló que agentes de la SIDE se dedicaron a rastrear el pasado y el presente del productor que se hizo estrella de tevé con sus discursos duros.
Lo que no se puede precisar aún es si esa carpeta con los antecedentes del mellizo entrerriano seguirá los caminos habituales -un medio oficialista-, o quedará en un cajón de Casa de Gobierno, como tantos otros pedidos de investigación -ilegales- solicitados a la SIDE.
La historia comenzó a las pocas horas de que el rostro de De Angelis apareciera en "cadena nacional" tras el discurso presidencial del martes pasado. "Es el más duro de todos", según la Rosada, pero también fácil de dejar fuera de juego "si se le encuentran algunas manchas en su pasado".
Varios dirigentes rurales están convencidos de que sus teléfonos están pinchados por las excesivas interferencias, pero por ahora no pudo constatarse de que así sea.
El caso de Alfredo de Angelis es distinto. Agentes de Inteligencia husmearon en su pasado fiscal y comercial -en forma virtual-, pero también recibieron datos de informantes que caminan los piquetes. Además, De Angelis es muy conocido en Gualeguaychú por su militancia anti Botnia. Es una incógnita saber si descubrieron algo "delictivo" o alguna relación non sancta. Puestos a trabajar, los agentes son capaces de encontrar cualquier cosa.
"No puede ser que este tipo sin dientes, nos tome el pelo, no deje pasar los camiones y además se convierta en figurita de tevé", habría dicho un funcionario con todos los dientes, capacidad de ordenar en la SIDE y habitué del bunker de Puerto Madero de Néstor Kirchner.
La operación contra De Angelis, el ataque a una trabajadora rural de Cañuelas y los afiches que empiezan a aparecer en Buenos Aires, parecen ser parte de una guerra sucia que si no se aborta a tiempo complicará aún más el panorama.
Según denuncia Perfil.com, el Gobierno ya había jugado sucio al largar la patota de Luis D'Elía contra los caceroleros. Pero, se sabe, eso no fue suficiente. Por eso ahora van por el chacarero al que le falta el diente.