El defensor del pueblo colombiano, Vólmar Pérez, afirmó que Ingrid Betancourt, la ex candidata presidencial secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hace seis años, está gravemente enferma y que debió recibir atención médica de urgencia en una zona selvática a fines de febrero.

"La información de que disponemos, por lo menos hasta el mes de febrero, es que su estado de salud es muy delicado y que se han venido deteriorando sus condiciones físicas", declaró Pérez, que afirmó que Betancourt padece hepatitis B y leishmaniasis, una enfermedad tropical.

Según el funcionario, en la segunda quincena de febrero la ex candidata presidencial recibió atención en puestos de salud en dos municipios del departamento de Guaviare, al sudeste de Bogotá. "Hemos podido verificar que en algunos puestos de salud, en jurisdicción de San José y El Retorno, ha sido atendida Ingrid Betancourt", dijo a Radio Caracol y reprodujo el diario La Nación.

El defensor precisó que los datos fueron obtenidos de "autoridades y expresiones sociales" que se reserva por seguridad. Pero el alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, aclaró que el gobierno aún no ha podido confirmar la versión. "Pusimos en marcha todos los organismos de inteligencia del Estado, tratamos de entrar en contacto con las personas que traían estos rumores, pero nada de eso es sólido", sostuvo Restrepo.

Sin embargo, Pérez enfatizó que personas que aseguran haber visto a la ex senadora comentaron que "sus características físicas no distaban mucho de las imágenes que se conocen de los niños de Somalia".

El defensor también dijo poseer informes sobre la gravedad del estado de salud del ex congresista Oscar Lizcano, secuestrado por las FARC en 2000. Dijo que su despacho está trabajando con la gobernación del Guaviare una acción del tipo humanitario para que los guerrilleros que la tienen le suministren medicamentos.

Las declaraciones del defensor del pueblo provocaron gran inquietud en Colombia. La viceministra del Interior, María Isabel Nieto, dijo que la situación es "preocupante" porque "se está ante un grupo terrorista que tiene a unos secuestrados en unas condiciones de salud deplorables".

Betancourt, de 46 años, fue secuestrada en febrero de 2002 en una región del sur del país. El clamor por su liberación cobró renovada fuerza a fines del año pasado, cuando se difundió un video en el que la ex candidata presidencial aparece visiblemente demacrada y desesperanzada.

En los últimas días han circulado varios rumores sobre una inminente liberación de Betancourt debido a su deterioro físico, pero Pérez es el primer funcionario público en alertar sobre su delicado estado de salud. La Defensoría del Pueblo es un organismo de control del Estado colombiano.