Tras el duro discurso que hizo Cristina contra el paro del campo, distintos grupos se convocaron en barrios de la Capital y en el interior para apoyar a los productores
Foto: Mariano Sánchez.
Miles de personas salieron esta noche a golpear cacerolas en distintos barrios de la zona norte de la Capital Federal, ciudades del interior del país y hasta la Plaza de Mayo y la quinta de Olivos para rechazar el duro discurso de la presidenta Cristina Kirchner contra el paro agropecuario.
Vecinos de la zona norte de la Capital y de distintas ciudades del país, como San Miguel de Tucumán, Mar del Plata, Rosario, Luján y Tandil, salieron a realizar un cacerolazo con bocinazos incluidos.
Alrededor de las 20.30, un importante grupo de manifestantes se concentró en un cacerolazo en la zona adyacente al Obelisco para rechazar el discurso de Cristina Kirchner, y se dirigía hacia la Plaza de Mayo.
Los manifestantes se movilizaban con sus familias enteras y había personas de todas las edades que circulan de forma tranquila pero ruidosa y con la consigna "el campo está de pie".
Más tarde, después de las 23.00, cientos de manifestantes comenzaron a concentrarse frente a la residencia presidencial de Olivos, sobre la avenida Maipú.
En la casa presidencial se mantenía la habitual custodia policial que impidió que un pequeño grupo de manifestantes intentara abrir el portón que da a la principal arteria de la zona norte.
En declaraciones a la agencia Noticias Argentinas, los vecinos señalaron que la protesta debería servir "para hacer reflexionar a la Presidenta. Esperemos que tomen conciencia de que es un país entero el que está preocupado".
"Espero que esto sirva porque lo que están haciendo es un abuso", insistía un manifestante, que según cálculos de la Policía, eran alrededor de 4 mil las personas concentradas en la histórica Plaza de Mayo.
Los cacerolazos se iniciaron tímidamente en el rico barrio de Recoleta, con vecinos golpeando cacerolas en los balcones y siendo acompañados por bocinazos de los autos que transitaban por la avenida Callao, pero rápidamente se comenzaron a trasladar a otros barrios como Palermo y Belgrano.
En las esquinas de Santa Fe y Callao, Arenales y Montevideo, y Callao y Juncal, entre otros puntos clave de la zona norte de la Ciudad, la gente comenzó a hacer sonar cacerolas acompañada por bocinazos de los automovilistas que circulaban por las avenidas Callao y por Santa Fe.
Pero luego la gente comenzó a bajar a la calle en las principales esquinas e hizo sentir su desacuerdo con el duro discurso de Cristina, a la vez que cuestionaron que la Presidenta no haya llamado al diálogo al campo.
También se produjeron cacerolazos espontáneos en distintas ciudades del interior del país, como en San Miguel de Tucumán y Mar del Plata, y en los distintos piquetes en las rutas de Rosario, Santa Teresa, Rojas, Paraná y otros lugares.
En Tucumán, una ruidosa protesta se realizó en la Plaza Independencia para apoyar el paro de los agricultores contra las retenciones que quiere imponerles el Gobierno de la Nación.
Muchos de los manifestantes llegaron en camionetas, pero la Policía no les permitió pasar con los vehículos.
Además, varios centenares de personas participaron de un ruidoso cacerolazo frente al Palacio Municipal, convocado como protesta contra el Gobierno nacional y su decisión de aumentar las retenciones al agro.