Son los kirchneristas Schiaretti, (Córdoba), Capitanich (Chaco) y Urribarri (Entre Ríos), que sienten en sus provincias las consecuencias del paro. ¿Qué dirá Cristina?
Pese a la negativa oficial de hablar hasta que los ruralistas no levanten el paro, tres gobernadores provinciales están dispuestos a destrabar la crisis que vive el agro.
Se trata de el cordobés Juan Schiaretti, el entrerriano Sergio Urribarri y el chaqueño Jorge Capitanich, tres discípulos del gobierno K, que comenzaron a sentir el desabastecimiento en sus provincias de carnes y lacteos.
Lo que los funcionarios intentan hacer es dictar una suerte de conciliación obligatoria o tregua entre los sectores más duros del campo y el Gobierno.
Si bien ninguno de los mandatarios provinciales admite esta iniciativa, hay calros signos de que los tres apuntan a este objetivo en común.
Capitanich se comunicó ayer con uno de los líderes del paro en su provincia para informarle que estaba "realizando gestiones". Schiaretti, por su lado, exhortó "a iniciar en forma inmediata un diálogo sin condicionamientos", informó el diario Clarín.
Fue en Entre Ríos -que se convirtió ayer en el centro de todas las miradas por la presencia del Sindicato de Camioneros y una dura intervención de Gendarmería en el Túnel Subfluvial a Santa Fe- donde se oyeron las versiones más firmes sobre la propuesta de los gobernadores oficialistas. Hablaban de acordar una tregua de 90 días, en la que el Gobierno retroceda con las mayores retenciones y el campo levante la protesta.
Voceros de Hermes Binner, el gobernador de Santa Fe, ayer informaron a Clarín que "no tiene la intención de ser mediador en el conflicto". Pero otras fuentes revelaron que el socialista había ofrecido su intervención siempre que fuera acompañado por sus pares de otras provincias. Es lo que comenzó a suceder.
Qué dirá la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ya es hora de que se pronuncie sobre el tema.