"Che Luis, vos me dijiste que el golpe era hoy y estoy planteando la edición en ese sentido. Pero ahora resulta que están saliendo todos de la reunión de gabinete y dicen que no pasa nada...".

La frase se la dijo Marcos Cytrymblum, entonces secretario general de Redacción del diario Clarín, a su redactor especializado en Fuerzas Armadas, Luis Garasino, y la cuenta con lujo de detalles Alberto Dearriba en su documentado libro El Golpe, donde se explica buena parte de la génesis de la dictadura más feroz que padeció la Argentina.

Una Isabel Perón totalmente superada por un país fuera de control se había ido a dormir convencida de que no habría golpe, al menos ese día, y lo mismo ocurría con su gabinete, en medio de una muestra de ingenuidad pocas veces vista...

Pero por esas horas los medios se preparaban para no quedar pagando con la información, y tratar de tener la "primicia" más anunciada de la historia política argentina.

El golpe era un hecho, pero faltaba definir cuándo...

Garasino llamó a su mejor fuente en las Fuerzas Armadas, que no le dejó lugar a dudas.

"Es hoy", le confirmó el militar...

Con esa ratifición, Clarín plantó la tapa: "Nuevo Gobierno", decía, y en la parte inferior señalaba que había renunciado el gobernador bonaerense, Calabró.

Cuando la edición estaba en la calle, Isabel ya estaba detenida y la Argentina, que estaba al borde del precipicio, había dado otra vez, un paso al frente...