La presidenta decidió remover del cargo a Alberto Abad y a Ricardo Echegaray, en medio de una durísima interna desatada entre ambos. Primera crisis para Cristina
En forma sorpresiva y en una decisión que pone fin a un enfrentamiento interno en el
Gobierno, la presidenta Cristina Kirchner cortó hoy por lo sano y echó a los titulares de la AFIP, Alberto Abad, y de la Aduana, Ricardo Echegaray, dos funcionarios que venían protagonizando un duro cruce.
El anuncio formal fue realizado esta noche en Casa de Gobierno por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien informó que al frente del organismo recaudador se desempeñará Carlos Rafael Fernández, hasta ahora a cargo de la Secretaría de
Evaluación Presupuestaria de esa Jefatura.
En una breve rueda de prensa, Fernández dijo que la jefa de Estado aceptó las renuncias de ambos funcionarios, quienes alegaron "motivos personales" en sus dimisiones.
Aun no fue designado el funcionario que reemplazará a Echegaray al frente de la Dirección General de Aduanas, dijo Fernández, luego de una reunión con la Jefa de Estado, el ministro de Economía, Martín Lousteau y el secretario de la
Presidencia, Luis Zanini.
"La señora presidenta me ha pedido que les informe queen el día de hoy ha aceptado la renuncia del Administrador General de Ingresos Públicos, y del director general de Aduanas", afirmó el Jefe de Ministros.
Abad y Echegaray fueron protagonistas en los últimos días de una dura puja interna, pese a que el titular de la Aduana dependía del organismo recaudador.
Según trascendidos, las diferencias entre ambos no son nuevas y tomaron mayor intensidad en los últimos días vinculados con la disparidad de criterios que tenían respecto de cambios en el sistema informático de control aduanero.
El santacruceño Echegaray es un funcionario cercano al ex presidente Néstor Kirchner y en los últimos tiempos habría mostrado cierta autonomía en el manejo del organismo.
Abad se encontraba al frente de la AFIP desde el 6 de marzo de 2002 durante la gestión de Eduardo Duhalde y era uno de los funcionarios que mayor reconocimiento tenía por parte de economistas y especialistas en general.
El titular del organismo recaudador tenía mandato hasta el 31 de diciembre de este año, pero la Presidenta decidió darle un corte al conflicto y terminar su gestión.