El gobierno de Cuba liberó la venta de computadoras, reproductores de DVD y otros artículos electrodomésticos, como hornos de microondas, cuya adquisición estaba restringida en la isla, en lo que constituye la primera señal de que el flamante presidente Raúl Castro pretende mejorar el acceso de los cubanos a los bienes de consumo.

Un memorándum del gobierno al que la agencia Reuters tuvo acceso indica que esos y otros artículos, anhelados desde hace años por muchos cubanos, podrán ser vendidos libremente de forma inmediata. La lista también incluye los televisores de 19 y 24 pulgadas, reproductores de video, ollas eléctricas a presión, bicicletas eléctricas y alarmas para autos.

Otros equipos, como las tostadoras eléctricas, sin embargo, recién serán liberados a mediados de 2010.

Raúl Castro había anticipado medidas de este tipo el 24 de febrero pasado, cuando sucedió en la presidencia a su hermano Fidel, un feroz crítico del consumismo y del despilfarro de recursos. "El país tendrá como prioridad satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales", dijo Raúl en su discurso de asunción.

El hermano menor de Fidel admitió que en la isla existía un "exceso de prohibiciones" y prometió comenzar a eliminar las más simples en las semanas siguientes a su investidura. No obstante, aclaró que ninguno de los cambios comprometería el sistema socialista heredado de su hermano.

La venta de muchos electrodomésticos estaba prohibida en Cuba como consecuencia de los programas de ahorro eléctrico del gobierno, que se sucedieron después del colapso de la Unión Soviética, a comienzos de la década del 90. La caída de la URSS privó a Cuba de miles de millones de dólares en efectivo y en suministros de petróleo enviados por Moscú, lo que produjo una crisis energética que obligó a cortes de electricidad de hasta 18 horas diarias. La situación comenzó a mejorar desde 2006, gracias al petróleo venezolano enviado por el presidente Hugo Chávez.

"Basado en la mejoría de la generación eléctrica que muestra el país, se ha aprobado la comercialización de algunas líneas de equipos cuya venta estaba prohibida", dice el documento conocido ayer, que circulaba entre los gerentes de los comercios estatales.

Los productos serán vendidos en pesos convertibles, la moneda de cotización de divisas, que es 24 veces más fuerte que los pesos con los que el Estado paga los salarios a la población.

Hasta ahora, las computadoras y otros equipos sólo podían ser adquiridos en los comercios del Estado por extranjeros y por empresas, pero no por el público en general. Muchos de los equipos que el gobierno ha distribuido entre la población, con financiamiento a largo plazo y bajos intereses, son de fabricación china. Ayer no hubo precisiones sobre el origen de los equipos que serán permitidos.

Raúl Castro, a cargo del gobierno interino desde mediados de 2006, había flexibilizado en 2007 las regulaciones aduaneras, lo que permitió el ingreso de computadoras y equipos de DVD -hasta entonces prohibido- mediante el pago de impuestos.

En uno de los principales centros comerciales de La Habana ayer no había varios de los artículos liberados.

El memorándum dice que el gobierno está "dando pasos" para adquirir los equipos, que inicialmente serán vendidos en tres negocios de la capital.

Más liberaciones

El documento del gobierno establece una segunda categoría de productos que serán vendidos libremente a partir de 2009, siempre y cuando la oferta de electricidad lo permita. La lista incluye equipos de aire acondicionado -de gran demanda en este país caribeño-, calentadores de agua y duchas eléctricas. Una tercera categoría saldrá a la venta a mediados de 2010 e incluirá, además de tostadoras, hornos y cocinas eléctricas.

Los comentarios de Raúl Castro sobre el "exceso de prohibiciones" llevaron a muchos cubanos a especular con la futura liberación del mercado inmobiliario y de automóviles y la simplificación de los trámites para viajar al extranjero. Nada de eso es mencionado en el memorándum conocido ayer.

El gobierno cubano impuso en la década del 90 un sistema de doble moneda y creó una red de negocios minoristas para captar las remesas enviadas por los cubanos que viven en el extranjero, en especial en Estados Unidos. Eso dio lugar a una creciente desigualdad en la isla y se convirtió en otro argumento del gobierno para prohibir la venta libre de equipos electrodomésticos.