El objetivo sería estirar la curva de vencimientos, que se abulta sobre todo en 2009, 2010 y 2011. Se habría tratado el tema en reuniones privadas con inversores
Según trascendió, la idea sobre la cual trabaja el equipo que conduce Martín Lousteau sería la de lanzar un canje de deuda voluntario en algún momento a lo largo de este año.
El objetivo es estirar la curva de vencimientos de deuda, que se abulta sobre todo en 2009, 2010 y 2011, con la amortización de una importante proporción de los préstamos garantizados.
Los préstamos garantizados surgieron previo el default de 2001, cuando el por entonces ministro de Economía Domingo Cavallo realizó una reestructuración de deuda en el mercado local. Son todos en moneda local (ya que los que originalmente estaban en dólares fueron pesificados), se ajustan por el CER y, a diferencia de los bonos tradicionales, no tienen cotización en el mercado secundario.
La intención de Economía sería canjear los préstamos que vencen en los próximos tres años por nuevos títulos más largos, en pesos, pero que se actualicen por la tasa Badlar, que es la que pagan los bancos por plazos fijos a 30 días de más de $ 1 millón. Sólo en 2009 hay amortizaciones de préstamos garantizados por u$s 3.810 millones, 177% más que en 2008.
Sin embargo, confiaron en el mercado que no se descarta que el canje incluya a los Boden en dólares –vencen u$s 5.400 millones de Boden 2012 y 2013 entre el 2009 y el 2010–, que se entregaron en gran medida a los ahorristas que habían quedado atrapados en el corralito y a los bancos en forma de compensación por la pesificación asimétrica. Estos títulos, sin embargo, serían canjeados por otros en dólares, de más largo plazo.
"Economía busca, por un lado, armar una curva en pesos y, por el otro, bajar el peso del vencimiento de los próximos años. Como la tasa Badlar está baja, además, se podría hacer un canje sin inconvenientes. Al Gobierno le conviene ir sacándose de encima deuda atada a la inflación", confiaron fuentes cercanas al diario El Cronista. "Las nuevas emisiones podrían ser de entre 5 y 10 años, en caso de que se emitan títulos en dólares", adelantaron.
Si bien, consultados al respecto, desde el Ministerio de Economía aseveraron que "no están evaluando nada para el corto y mediano plazo", según pudo confirmar El Cronista, funcionarios y técnicos de línea del Palacio de Hacienda están dejando trascender el plan en varias reuniones a puertas cerradas con inversores privados. La meta, sostienen en privado, sería poder salir en el primer semestre, siempre que los mercados lo permitan.
Legalmente, y a diferencia de lo que sucedía en el pasado, el canje está ahora además amparado por la Ley de Presupuesto aprobada el año pasado, en la que se incluyó en el artículo 58, que autoriza la operación siempre que "implique un mejoramiento de los montos, plazos y/o intereses de las operaciones originales".
Para los inversores, el atractivo de cambiar préstamos por bonos que ajusten por la Badlar pasaría por la posibilidad de entregar un instrumento que hoy es ilíquido por otro que cotiza en el mercado secundario y que, por ello, es además de transparente, más fácil de vender.
Hoy el préstamo Mega, que tiene una duration de un año está rindiendo 6% más el CER, mientras que el préstamo 12, con una duration de 10 años ofrece una tasa de 10% más el CER. También la Badlar, como mecanismo de ajuste, tendría más adeptos que el vapuleado CER.