Otra vez el senador se impuso con el 61 por ciento de los votos contra el 37 que alcanzó la ex primera dama, en Mississippi, un estado donde gran parte de la población es negra
La carrera a la Casa Blanca parecería ya no tener tantas novedades. El senador Barack Obama logró imponerse, otra vez, a su rival Hillary Clinton en las primarias celebradas anoche en Mississippi, debido en gran parte a su abrumador dominio del voto negro.
Obama sumó el 61 por ciento de los votos contra el 37 para Hillary. Se trataría entonces de la victoria número 30 para el senador sobre un total de 44 citas celebradas hasta ahora.
"Es simplemente otra victoria en nuestra columna, y seguimos sumando más delegados", afirmó Obama en una entrevista con la cadena norteramericana CNN. "Lo que hemos intentado es asegurarnos poco a poco de que en cada estado estamos defendiendo la necesidad de un cambio en este país. Y obviamente la gente de Mississippi respondió".
Obama partía como claro favorito al triunfo en Mississippi, gracias a que es el estado con mayor porcentaje de población negra de todo el país: el 36 por ciento son afroamericanos como el aspirante. Según las encuestas a pie de urna, hasta el 91 por ciento de los negros votaron anoche por Obama.
De hecho, mientras el senador por Illinois hacía campaña en el estado el lunes y ayer, la senadora por Nueva York ya estaba en Pennsylvania, donde se disputará la próxima batalla demócrata. No obstante, su marido, el ex presidente Bill Clinton, estuvo en el estado del sur el fin de semana.
Desde el 5 de febrero último, Clinton sólo ganó las citas de Texas, Ohio y Rhode Island, todas el 4 de marzo. En aquella ocasión Obama sí reconoció en público su derrota.
Mississippi repartió 33 delegados para la convención demócrata que entre el 25 y el 28 de agosto próximos elegirá en Denver oficialmente al candidato del partido.
En las primarias celebradas anoche, Obama encabezaba el recuento con 1589 delegados contra los 1470 conseguidos por Clinton. Sin embargo, es poco probable que alguno de los dos alcance los 2025 delegados necesarios para asegurarse la nominación en las primarias (uno de los dos debería arrasar en todas las citas que quedan), por lo que la decisión quedará en manos de los "superdelegados".
Tras la cita en el estado sureño, la campaña se tomará una pausa de seis semanas hasta que el 22 de abril vote Pennsylvania, el último gran estado que falta por votar. Entonces estarán en juego 158 delegados.
Después sólo quedaran nueve citas: Guam, Carolina del Norte, Indiana, Virginia Occidental, Oregón, Kentucky, Puerto Rico, Montana y Dakota del Sur.