El buen clima que vivieron Carlos Tévez y la hinchada del Corinthians ya no es lo que era, ya que la paupérrima campaña del equipo en el Campeonato Brasileño 2006 -está en zona de descenso- y su ausencia luego del Mundial de Alemania 2006 le habrían puesto fin.

El ex Boca, quien el sábado por la noche marcó un tanto en el empate 2-2 ante el modesto Fortaleza, recibió ataques de partes de hinchas del "Timao" cuando abandonaba el estadio Morumbí en su camioneta.

La agresión se debió a un gesto de silencio a la tribuna, cuando ésta emita silbidos de desaprobación al equipo. Como reacción, a la salida del estadio, la hinchada atacó a puntapiés el automóvil del jugador.

"Tengo propuestas de otros equipos. Me quiero quedar, pero si me continúan ofendiendo me voy", llegó a decir Tévez.

En respuesta, el vicepresidente de la principal hinchada del equipo, "Gavilanes de la Fiel", Wildner Rocha, alias "Pulguita", dijo a un portal brasileño que el argentino no es imprescindible si decide dejar el club.

"Nosotros le exigimos a todo el mundo. Nadie tiene privilegio. El equipo estaba jugando mal y la hinchada silbó. ¿Cuál es el problema? Además él ya nos dejó con rabia porque no apareció para jugar contra el Palmeiras", afirmó.

"La primera falta de respeto fue de él hacia la hinchada. No tenía derecho a hacer eso. Pero fue con el equipo también. El es un referente y en ese momento tenía que atraer a la hinchada para el lado del equipo. Si hubiera conquistado a los hinchas en aquel momento, hubiera facilitado la victoria del Corinthians", puntualizó Rocha.

En su opinión, el ataque al coche de Tévez fue un acto natural. "Yo estaba ahí al lado. No pateé el coche, pero estaba ahí. Históricamente, la hinchada del Corinthians es así. El nos faltó el respeto y el coche fue pateado. No tiene nada que decir", concluyó.