La presidente Cristina Kirchner hizo una fuerte defensa de la legalidad durante su participación en la Cumbre del Grupo Río, donde los mandatarios de la región analizan el conflicto desatado entre Venezuela, Colombia y Ecuador, luego de la muerte del guerrillero Raúl Reyes.

En ese marco, Kirchner explicó que Colombia tiene derecho a ocuparse de sus problemas internos y combatir a las FARC pero enfatizó que "no puede ser desde la ilegalidad".

De ese modo, rechazó con fuerza la violación de la soberanía ecuatoriana que realizó el gobierno de Uribe el fin de semana pasado, cuando una misión militar traspasó las fronteras para combatir contra las FARC.

"Invocamos la necesidad de reconstruir la multilateralidad para vivir en un mundo más seguro. Si perdemos esto, estaremos perdiendo uno de los instrumentos más preciados de nuestra región. Se debe trabajar desde la legalidad", repitió la Presidente.

La mandataria señaló que el conflicto en la región comenzó cuando "se empezó a hablar sobre la posibilidad de canje humanitario en Colombia".

"Frente a esta situación, no se debe contemplar la dialéctica de los discursos, sino que hay que ir por el rescate de la legalidad. Se debe descartar la unilateralidad", agregó y manifestó la necesidad de hacer cumplir los tratados regionales acordados en el marco de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

La Presidente recordó su último encuentro con el mandatario Álvaro Uribe y le sugirió seguir actuando dentro del marco de "la legalidad" para combatir al terrorismo. "Nunca nos apartemos del derecho -instó la mandataria- y menos para combatir a los ilegales porque esto es lo más importante. Debemos combatirlos dentro del marco de la legalidad".

La jefa de Estado señaló hoy en la vigésima Cumbre del Grupo de Río, que se desarrolla en Santo Domingo, República Dominicana, que "se debe respetar la democracia, los derechos humanos y los derechos de los pueblos", porque ello "nos da institucionalidad".

Además, sostuvo que "no puede tomarse ninguna decisión sin la consulta al otro país" y consideró esa postura como clave "para seguir siendo una región libre de una doctrina que ha provocado gran conflictividad en el planeta".

Cristina Kirchner rechazó "la justicia por propia mano", y finalizó reforzando el concepto de que "al terrorismo no se lo combate con la violación masiva de los derechos humanos".