El Gobierno de EE.UU., "compensa" a sus alumnos de todos los años y a sus maestros con dinero por estudiar. Ya pagaron 500 mil dólares a los estudiantes
El tema es muy sencillo: Si los estudiantes muestran un progreso importante en los exámenes estatales durante el año lectivo, cada maestro y su respectivo alumno puede recibir una bonificación de hasta 3000 dólares.
Sí, sí. Aunque le sorprenda el Gobierno de Estados Unidos "paga" a sus docentes y los colegiales por estudiar. Los distritos escolares de todo el país adoptaron la idea de que una clave para mejorar las escuelas es pagar por el buen desempeño, ya sea por medio de bonificaciones para los docentes y directores o por medio de recompensas tales como premios en efectivo para los estudiantes.
En más de una docena de escuelas de Nueva York, el sistema más grande de escuelas públicas del país, está la vanguardia de este movimiento, con más de 200 escuelas que participan de la experiencia de los incentivos.
Cada escuela se ha convertido en una prueba para medir si, como plantea el alcalde Michael R. Bloomberg, las recompensas pueden lograr una mejora radical en la educación.
La ciudad ya entregó más de 500.000 dólares a 5237 estudiantes de 58 escuelas como recompensas por haber rendido varias de las 10 pruebas estandarizadas programadas para este año escolar.
"No digo que esto vaya a arreglar todo", dijo Roland G. Fryer, el economista de Harvard que ideó el programa de incentivo estudiantil, "pero sí digo que vale la pena intentarlo. Debemos tratar de encender la chispa".
A nivel nacional, los distritos escolares han experimentado con diversos enfoques. Algunos dan a los estudiantes cupones o vales de regalo, comidas en McDonald s o pizzas para toda la clase.
Pero las voces en contra no se hicieron esperar y hay quienes acusan al gobierno de "mercantilizar" la educación y aseguran que los chicos deben estudiar por pasión y para aprender sin pensar en el dinero.
Previendo esta argumentación, la ciudad de Nueva York tomó el recaudo de iniciar el programa con donaciones privadas, no con dinero de los contribuyentes, evitando la controversia suscitada en Baltimore, donde se emplean fondos públicos.
Los maestros que ya participan del proyecto dicen que este año advirtieron una mejor actitud de los estudiantes, y lo atribuyeron al programa de incentivo. "Mi maestra me dijo que estudiara más, así que lo hago", dijo Jazmin, que ya rindió ocho exámenes en el año escolar.
Los chicos hablaban con alegría de lo que harían con el dinero. Varios dijeron que estaban ahorrando para comprarse videojuegos. Abigail dijo que lo usaría para pagar "un auto, una casa y la universidad", sin saber que los casi 100 dólares que había ganado en la escuela no le alcanzarían para tanto. Otra niña dijo que usaría el dinero para comprar espaguetis.
Para los maestros, las bonificaciones suscitaron también controversias. El sindicato insistió en que se repartieran entre todos los docentes. Casi el 90% de los 200 colegios aceptaron la oferta después de una votación en cada escuela.
"Es mejor que un bofetón", dijo López, quien ha enseñado en la escuela N° 188 durante más de una década. "No hacemos esto por dinero, y la mayoría de nosotros tampoco abandonamos este trabajo por plata."
Los maestros más nuevos se mostraron más positivos y estimaron que la bonificación era una poco frecuente oportunidad de ser recompensados.