La presidenta Cristina Kirchner rindió esta tarde homenaje al libertador venezolano Simón Bolívar, en Caracas, en un acto en el mausoleo donde se encuentran los restos del libertador venezolano.

Unos minutos antes de reunirse con el mandatario Hugo Chávez en la sede gubernamental local, Cristina colocó un ofrenda floral del color de la bandera argentina en el mausoleo de Bolívar.

Pero antes, la presidenta argentina se hizo unos minutos para conversar con la madre de Ingrid Betancourt, Yolanda Pulecio, que según testigos de la reunión estaba "angustiada y desanimada".

En la escueta charla, la madre de la ex cadidata a presidenta en manos de las FARC, le pidió a la crstina Fernández: "Siga adelante ayudándonos en la búsqueda de Ingrid y con el Canje Humanitario".

"Sabemos que tanto usted como su Gobierno son firmes defensores de los derechos humanos", expresó Pulecio llena de esperanzas y con plena confianza en la ayuda que brindó hasta el momento la gestión de Cristina Kirchner a favor del canje humanitario para liberar rehenes de las FARC.

Con la intención de cerrar acuerdos energéticos con Venezuela e incrementar la oferta para el normal abastecimiento al sector productivo, la presidente Cristina Kirchner arribó a Caracas.

El encuentro con Pulecio se produjo en la casa de la embajadora en Venezuela, Alicia Castro, en el momento de mayor tensión en la región, debido a que la situación de los rehenes transcurre por un estado de incertidumbre, a partir de la muerte del número dos de las FARC, Raúl Reyes, a manos de los militares colombianos en tierras ecuatorianas.

La tensión fue desatada por la operación militar colombiana en territorio ecuatoriano, que concluyó con la muerte del líder guerrillero Raúl Reyes, uno de los principales comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El ataque llevó a los presidentes de Ecuador y de Venezuela a ordenar el envío de militares a la frontera con Colombia. Además, Chávez determinó el "cierre" de la embajada venezolana en Bogotá y Correa, la expulsión del embajador colombiano en Quito.