El jefe de Gobierno se comprometió a realizar las obras necesarias antes de que termine su mandato en la Ciudad, para que no se repitan los problemas. Complicado
Luego del temporal que azotó la la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, se mostró impotente por ahora para hacer frente al desastre.
Pero se refirió a las obras que encara su gestión con el objetivo de evitar futuras inundaciones y asumió el compromiso de que al final de su gestión "habrá millones de pesos de los vecinos destinados a soportar las inundaciones".
El titular de la Comuna recordó que "hace más de 70 años” que no se invierte en evitar los desbordes del Arroyo Maldonado, que impacta directamente sobre la avenida Juan B. Justo, tal como sucedió en la jornada de hoy.
Dijo, además, que en 1993 se realizó un plan maestro de obras “que recién comenzaron en 2004” y a la fecha sólo se ha concretado el 7,3 por ciento de lo planificado.
No obstante, Macri advirtió que si la semana que viene “vuelve a suceder lo mismo desde el punto de vista climatológico” la Ciudad volverá a colapsar tal como ocurrió esta tarde. “Y lo mismo va a pasar dentro de un mes y dentro de un año”, agregó.
El mandatario repasó aspectos técnicos de las obras que se están realizando y se comprometió a finalizar el 73% de la totalidad del plan proyectado, lo que servirá para “que finalice esta tortura sistemática”.
El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recorrió las zonas más afectas por el temporal e intercambió palabras con los vecinos que buscaban explicaciones por los daños que causó el temporal.
El ministro porteño de Espacios Públicos y Ambiente, Juan Pablo Piccardo, explicó en conferencia de prensa que “al buscar escurrirse el agua, el arroyo Maldonado ya se encontraba prácticamente colapsado por las lluvias de Buenos Aires”.
El funcionario también detalló que se recibió el alerta meteorológico una hora antes por lo que se han realizado “dos mecanismos de prevención” que “ambos han funcionado”.
El primero fue “verificar los sumideros críticos, con lo cual se verificó que el estado era razonable” y en segundo lugar, “la instrucción fue que los recolectores salgan rápidamente a juntar la basura”.
El colapso que se produjo en la Capital por las lluvias que cayeron durante todo el día continuaba por la tarde, por la salida de servicio de semáforos y anegamientos en zonas claves de la Ciudad.
Las precipitaciones habían comenzado a ceder, pasadas las 14, en la Ciudad, pero el taponamiento de bocas de tormentas por la suciedad en la vía pública y la salida de los semáforos provocaba que viajar sea una tarea casi imposible.
El Centro, Barrio Norte, Belgrano, Colegiales, Villa Urquiza y Coghlan eran algunas de la zonas más afectadas por el temporal.