21 de noviembre de 2024
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El Gobierno quiere que se fabriquen motores en el país
Busca aprovechar el buen momento de la industria automotriz local para empezar a producirlos acá. Cristina entusiasmada con la idea. Contactos con Basso
26 de febrero de 2008
Ante algo más de veinte empresarios autopartistas, que escuchaban entre sorprendidos y entusiasmados, Basso aseguró que el objetivo no es imposible. Se puede, dijo recordando el slogan de la entidad que preside durante la última crisis.
“Estamos en el buen camino, somos eficientes y no queremos subsidios”, agregó el empresario de Rafaela, ciudad en la que según dijo, “prendió” el interés de la presidenta Cristina Kirchner de fabricar motores locales.
La Argentina fabricó motores hasta los primeros años de la década del 90 y en la actualidad sólo cuatro terminales ensamblan unos 200 mil motores por año, pero con escasa participación de partes nacionales.
“En los últimos años el sector viene dando muchas alegrías, pero no hay una satisfacción completa por el grado de integración local. Más allá del esfuerzo que han hecho los autopartistas, los vehículos siguen teniendo un gran componente importado”, dijo el secretario Fraguío.
El funcionario, que aseguró que el país hoy tiene un déficit de autopartes de 1700 millones de dólares con Europa y de 1300 millones con Brasil, sostuvo que el gobierno tomó la decisión estratégica de mejorar la escala composición de los motores tanto para automotores como para motos.
Fraguío dijo que está prácticamente redactado un decreto similar al que promueve la participación de partes nacionales en la producción de vehículos (Dto. 774) y que en marzo se conocerán novedades en materia de estudios de factibilidad, inversión y financiamiento.
El economista Bernardo Kosacoff, en tanto, se refirió a la deuda que tienen las terminales en este tema y definió el Proyecto Motor como estratégico y de mediano plazo.
“Van hacer falta inversiones, capacitación de recursos humanos y creación de nuevas empresas. En este juego van a ganar todos: las terminales, los consumidores y los trabajadores”, dijo.
Con todo, el economista advirtió que no faltarán conflictos por intereses contrapuestos y pidió dar señales para alejar la incertidumbre que condiciona las decisiones de inversión.
“Por lo pronto no es un dato menor que en todas las reuniones llevadas acabo hasta ahora en este tema, estuvieron representadas todas las terminales”, dijo Kosacoff.