El jugador francés, que se retiró del fútbol, fue sancionado con tres partidos por la FIFA tras el cabezazo a Materazzi en la final del Mundial. Pero no le quitaron el Balón de Oro
La FIFA impuso tres partidos "simbólicos" de suspensión al francés Zinedine Zidane por aplicarle un cabezazo al italiano Marco Materazzi en la final del Mundial de Alemania 2006, pero no perderá el Balón de Oro otorgado por la entidad.
A su vez, el defensor italiano deberá cumplir dos fechas de suspensión, dado que la FIFA lo encontró responsable de haber provocado a Zidane.
Según decidió en Zúrich la comisión disciplinaria del organismo rector del fútbol mundial, Zidane tendrá además que pagar una multa de 7.500 francos suizos (6.026 dólares), mientras que Materazzi abonará 5.000 (4.020 dólares).
Zidane, además, "se declaró también dispuesto a realizar trabajo comunitario con niños y jóvenes", comunicó la FIFA pues el ex centrocampista del Real Madrid finalizó su carrera deportiva tras la final de Berlín.
"En vista de que Zidane terminó su carrera en la selección nacional francesa, la Comisión tomó nota de que el jugador hará una labor comunitaria de tres días con niños y jóvenes en el marco de las actividades humanitarias de la FIFA", dijo la FIFA.
Zidane fue expulsado el 9 de julio por el árbitro argentino Horacio Elizondo por agredir a Materazzi cuando restaban diez minutos para que terminara el tiempo suplementario de la final del Mundial.
El capitán francés aseguró luego que había sido provocado por el italiano, aunque no trascendieron las palabras que le dirigió antes de que se produjera la agresión. Zidane sólo reveló que fue algo "personal" sobre su madre y su hermana.
Materazzi fue llamado a declarar el viernes por la FIFA, donde reconoció que había provocado a Zidane, pero negó haber dicho algo sobre su madre y su hermana.
La decisión de la comisión presidida por Marcel Mathier se tomó hoy después de la comparecencia en Zúrich de Zidane. El francés declaró este jueves durante una hora y media.
"En sus declaraciones, ambos jugadores afirmaron que los insultos de Materazzi herían el honor del jugador, mas no eran de naturaleza racista. Asimismo, ambos jugadores se disculparon explícitamente ante la FIFA por su conducta equivocada y lamentaron los hechos", aseguró la entidad.