Anunció un giro drástico en su política comercial para facilitar a otras compañías rivales la elaboración de productos compatibles con Windows. En Europa igual desconfían
La empresa de Bill Gates busca evitar que prospere una gigantesca multa que le intenta imponer la Unión Europea, y para ello sorprendió al anunciar la apertura de gran parte del código de sus programas.
La 'histórica' oferta, como la califican los directivos de la compañía, pondrá a disposición de los programadores de manera gratuita documentación (más de 30.00 páginas) de todas las interface de programación de aplicaciones y de los protocolos de comunicaciones utilizados en sus productos, incluido su omnipresente sistema operativo Windows.
Lo anunciaron el consejero delegado, Steve Ballmer, y el vicepresidente y asesor legal, Brad Smith, dos pesos pesado de la firma.
'Durante los últimos 33 años, hemos compartido mucha información con cientos de miles de socios en todo el mundo', aseguró Ballmer. 'Pero el anuncio de hoy supone un avance significativo hacia una transparencia aún mayor'.
Entre las medidas anunciadas por Microsoft, además de esa apertura a terceros de algo así como los diccionarios de todos los productos más populares de la firma, como Office 2007, Server 2008 o Windows Vista, que permitirán a otros desarrolladores crear aplicaciones que hablen su mismo idioma, está el que los programadores no tendrán que adquirir una licencia o pagar un canon para acceder a esa documentación, ya que esa información deja de estar cubierta por los secretos comerciales.
'Es una forma distinta de entender la propiedad intelectual', dijo Rosa García, presidenta de Microsoft en España, que aseguró que la compañía 'está siendo absolutamente generosa'.
Los directivos aclararon, no obstante, que aquellos protocolos de comunicación que sigan cubiertos por patentes de la compañía se licenciarán en condiciones 'no discriminatorias' y a unos costos mínimos, aunque no especificaron la cuantía. Bruselas ha criticado duramente la política de Microsoft en este punto, acusándola de cobrar en exceso por dichas patentes.
Contra cualquier pronóstico, la compañía de Bill Gates hizo igualmente un guiño a la comunidad de software libre, su gran rival, y dijo que permitirá a los desarrolladores de código abierto el uso gratis de patentes para desarrollos y distribuciones sin ánimo de lucro.
Ni la escenografía ni los interlocutores ni la oferta, impresionaron, sin embargo, a la Comisión Europea, que se limitó a 'tomar nota' del compromiso de Microsoft con la promoción de la interoperabilidad de algunos de sus principales productos.
'Es al menos la cuarta vez que Microsoft hace un anuncio similar', desconfía en un comunicado la dirección general de Competencia de la CE. Ese departamento derrotó el año pasado judicialmente a la compañía y está dispuesto a blandir esa sentencia para imponer unos criterios de interoperabilidad inexcusables.
La CE recordó que el pasado enero inició dos investigaciones a raíz de sendas quejas sobre las prácticas comerciales de Microsoft. Una de ellas se refiere a la interoperabilidad del programa Office de la compañía. La otra, sobre la presencia de Explorer, el navegador de Internet de Microsoft, en el programa Windows. Bruselas se muestra dispuesta a estudiar si la oferta anunciada ayer resuelve el primero de los problemas. Pero advirtió que, en todo caso, no resuelve el expediente sobre el Explorer, una investigación que se inició a raíz de una queja presentada por Opera, un navegador popular entre la comunidad del software libre.
Renuncia a controlar los estándares
Algunos críticos con la política comercial de Microsoft aplaudieron ayer la decisión de Ballmer, aunque reconocieron que le ha costado mucho cambiar de actitud. 'No se han convertido en una empresa de open source, pero este movimiento les permite hablar de tú a tú con la comunidad de software libre, si es que ésta perdona a Microsoft todos sus pecados', señala Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa.
Este experto destaca especialmente un punto del anuncio. Microsoft se ha comprometido a diseñar nuevas interfaces para Word, Excel y PowerPoint para que los usuarios puedan guardar sus documentos de Office en el formato que quieran e incluso que lo pongan por defecto. 'Microsoft está renunciando así a la práctica sucia de controlar los estándares, algo que le ha llevado a donde está, pero que también podía suponer su tumba', añade.
Y es que, según algunos analistas, el movimiento de Microsoft responde, además de a la presión de Bruselas, a la propia dirección que sigue el sector. Google, por ejemplo, se ha dedicado a facilitar la vida a las comunidades de desarrolladores, lo que sin duda redundará en un mayor número de aplicaciones para su plataforma. 'Microsoft se ha dado cuenta, por fin, de que no todo el mundo estaba loco y equivocado (Bruselas, Google...) si no que son ellos quienes iban por la autopista en el sentido contrario', dice Dans.
Ballmer dijo que el futuro de Microsoft 'depende de su habilidad para crear software y plataformas de servicios que sean abiertas y flexibles'. El anuncio de la firma es por ahora un plan de intenciones, pero puede marcar un antes y un después en la compañía.