Con el precio del petróleo a más de u$s 100, el empresario ingresó al control de la mayor petrolera del país. Buscará limar asperezas entre la firma y el Gobierno
Se concretó el ingreso de Enrique Eskenazi, dueño de los bancos Entre Ríos, Santa Fe y Santa Cruz, a la petrolera YPF. El empresario entró a través de una empresa del grupo Petersen con domicilio en España, con un 14,9%, por el cual pagó una parte de los u$s 2.225 millones comprometidos, con opción a comprar otro 10,1%, para alcanzar 25% a cambio de otros u$s 1.500 millones.
El ingreso de Eskenazi se concreta en un momento particular: mientras a nivel internacional el precio del petróleo se ubica cerca de los u$s 100 y bate records, en la Argentina las empresas del sector ven recortada esta ganancia adicional por la aplicación de retenciones que les cobra el Gobierno.
Aunque YPF es la empresa que más factura en el país, viene en baja. Según los últimos números disponibles, registró una utilidad neta en los primeros nueve meses del 2007 de $ 2.980 millones, un 20% menos que durante el mismo período del año anterior. Se trata de un ítem que el nuevo socio intentará apuntalar.
Es que la producción de YPF viene en caída durante los últimos años. Esa es una de las metas que deberá revertir, a fuerza de inversión, Eskenazi.
Con un 27% de la producción de gas y un 36% del petróleo que se extrae del país, la petrolera lidera cómoda el ránking de producción de crudo. Pero desde la mirada del Gobierno, eso hace que cargue sobre sus espaldas la mayor responsabilidad para levantar la extracción nacional, en un momento en que la Argentina está a punto de perder el autoabastecimiento.
Desde Madrid, sede de Repsol, esperan que el ingreso del socio local allane el camino con respecto a esos temas.