Afirman que renuncia de Fidel abre camino a lenta transición
Marca el inicio de un complejo proceso, que según algunos analistas llevará a reformas económicas bajo la conducción de Raúl Castro, sin cambios en lo político
19 de febrero de 2008
La renuncia de Fidel Castro a la Presidencia de Cuba marca el inicio de una lenta
transición, que según algunos analistas llevará a reformas económicas bajo la conducción de Raúl Castro, sin cambios en lo político.
El líder comunista, con casi medio siglo en el poder, anunció su retiro del Gobierno en un mensaje publicado en el diario oficial Granma, tras 19 meses de convalecer de una enfermedad que lo había llevado a ceder el mando de forma provisional a su
hermano Raúl.
Castro, de 81 años, comunicó su decisión a cinco días de que el Parlamento que resultó electo en enero lo postulara para la reelección en la Presidencia del Consejo de Estado -Ejecutivo-, para un nuevo mandato de cinco años.
Raúl Castro, de 76 años, será al parecer ratificado el domingo como sucesor definitivo, en medio de una expectativa sin precedentes por cambios urgidos por la población para aliviar las estrecheces de su vida diaria, y acabar con la atrofia económica y la enquistada burocracia estatal.
"Claramente quiere empezar a rectificar los problemas económicos pero sabe que, durante algún tiempo por lo menos, no puede repudiar ampliamente el legado de su hermano", opinó el ex analista de la CIA, Brian Latell, para quien Raúl es la "figura
de la transición".
Pierre Rigoulot, director del Instituto de Historia de París, coincidió en señalar que Raúl "avanza con prudencia, pues los hombres de Fidel están aún presentes".
"Se termina una época histórica en Cuba, se inicia una etapa raulista y se espera algún cambio concreto", dijo Susanne Gratius, de la Fundación de Relaciones Exteriores y el Diálogo en el Extranjero, con sede en Madrid.
En La Habana, académicos e intelectuales estiman que una transición comenzó en Cuba hace 19 meses. En julio, Raúl anunció "cambios conceptuales y estructurales" dentro del socialismo y llamó a los cubanos a plantear con "sinceridad y valentía" los problemas, en un proceso de debate popular que duró más de dos meses.
En diciembre causó revuelo con la crítica que hizo ante el Parlamento sobre el "exceso de prohibiciones y medidas legales" en el país, y en enero anunció que los diputados deberán encarar "grandes decisiones".