Cinco personas murieron calcinadas y tres más resultaron heridas, una de ellas de
gravedad, cuando los dos automóviles en los que se desplazaban por el barrio porteño de Puerto Madero fueron literalmente aplastados por un camión con acoplado fuera de control.

Según informaron fuentes policiales y del SAME a la agencia Noticias Argentinas, cuatro de las víctimas murieron en el acto, mientras que la quinta falleció cuando era trasladada al Instituto del Quemado, con el 80 por ciento de su cuerpo afectado.

Las víctimas fatales serían los cuatro ocupantes de un Renault 19 y el conductor de un Fiat Duna que quedó tapado por el cargamento de arena del camión que aplastó a los vehículos sobre la avenida Ingeniero Huergo al 300, casi esquina Belgrano.

Además, el titular del SAME, Alberto Crescenti, confirmó que otra mujer de unos 40 años sufrió un paro cardiorespiratorio, aunque pudo ser reanimada y trasladada de urgencia al hospital Argerich.

Al mismo centro asistencial fueron llevadas una niña de dos años que se encuentra fuera de peligro, una mujer con fractura de cadera y politraumatismos varios.

Las primeras investigaciones reveladas a la agencia Noticias Argentinas indicaron que el camión de gran porte que transportaba arena perdió el control, supuestamente debido a una mala maniobra del Renault 19, que lo chocó de frente.

A raíz del violento impacto, el Renault 19 se incendió, por lo que tres de sus ocupantes murieron carbonizados en el lugar y un cuarto falleció mientras era llevado al Instituto del Quemado.

El acoplado del camión volcó toda su carga sobre un Fiat Duna que circulaban en el mismo sentido y quedó sepultado bajo la arena que transportaba el rodado de mayor porte.

Dentro del Duna viajaban otras cuatro personas, el conductor murió por asfixia al quedar bajo la arena y no poder ser rescatado por los bomberos que llegaron al lugar.

En tanto, la acompañante del Fiat fue sacada del automóvil con un paro cardiorespiratorio y trasladada de urgencia al Hospital Argerich.

Esta mujer, de unos 40 años, quedó internada y se le iban a realizar estudios para conocer si tenía secuelas neurológicas provocadas por la falta de aire en el cerebro.

Además, las otras dos ocupantes del Duna -una niña de dos años y otra mujer- salvaron su vida de milagro, aunque también quedarán internadas en el hospital Argerich.