21 de noviembre de 2024
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Aerolíneas recibió $ 25 millones para pagar sueldos de personal
Lo aportó la Secretaría de Transporte de la Nación. De esta manera se impidió el paro de empleados. ¿Peligra el normal funcionamiento de los vuelos?
12 de febrero de 2008
Entre jueves, viernes y sábado empezaron a depositarse los haberes de sus 9.200 empleados, lo que trajo cierta tranquilidad. Aunque precaria, porque había nerviosismo antes del pago de sueldos, y lo habrá nuevamente en pocos días. Antes de la transferencia, se pensó en un préstamo, pero quedó descartado. “Prestar dinero para el pago de sueldos, a una empresa que factura $ 4.200 millones, no resiste ningún análisis. Por eso el personal de carrera del banco no aprobó la operación, y el directorio estuvo de acuerdo”, confía una fuente oficial.
Con el préstamo descartado, Jaime apeló a una instancia administrativa que está a su cargo. Transfirió $ 25 millones por el Régimen de Compensación de Combustible Aeronáutico (RCCA), establecido en septiembre del 2006 para compensar el alza del JP1, combustible que usan los aviones.
Por ahora, esta medida apagó el incendio. Pero “la situación financiera de Aerolíneas es muy comprometida; si los accionistas no aportan dinero fresco, no podrán pagar los sueldos de este mes a principios del próximo”, señaló Jorge Pérez Tamayo, secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), en coincidencia con lo que off y on the récord apuntan desde otros gremios.
“La empresa –agregó Pérez Tamayo– debe tres meses de cargas sociales. Los pilotos están sin asistencia en el exterior, dos de ellos tuvieron que pagar de su bolsillo el hotel en el cual durmieron, y la empresa cerró los centros de instrucción en Berlín y Suiza. Aerolíneas está en un verdadero default”. El secretario general de APLA aclaró que “no realizamos medidas de fuerza, pero ayer se suspendieron vuelos por falta de tripulación” (ver aparte).
La premura del secretario de Transporte para resolver el tema Aerolíneas tiene sus razones. La principal es que fue una orden que escuchó de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando lo convocó a Olivos a principios de enero. Además, se sabe que Cristina pretende evitar la ida del Grupo Marsans de Aerolíneas. Porque sería una señal negativa para la llegada de inversiones extranjeras, más aún tratándose de capitales que vienen de un país amigo: España. Pero estos deseos podrían estar lejanos de lo que ocurra. Un final como el de Aguas Argentinas es muy probable: un grupo extranjero dispuesto a irse desde hace mucho tiempo, el reemplazo local que no se encuentra, y un Estado que termina haciéndose cargo.
Para evitar este escenario, algunos pedidos de Marsans al Gobierno son realizables, mientras que otros no. La separación de Aerolíneas y Austral, pretendida por los españoles, está entre los últimos. A diferencia de aumentos de tarifas, devolución más rápidas del RCCA (como ocurrió la semana pasada), paz social garantizada con los gremios y exenciones impositivas.
Todo ello puede ser efectivo, pero con una condición indispensable: que Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, dueños españoles de la aerolínea argentina, quieran permanecer en ella. “Ya no les cierra el piloto automático que aplicaron durante los primeros años, cuando Antonio Mata (hoy fuera) realizaba anuncios grandilocuentes”, cuenta la revista Apertura de febrero (ver aparte), describiendo en detalle por qué Aerolíneas entra en tiempo de definiciones, y con final incierto.