El Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, pidió el miércoles en Jerusalén que el conflicto entre Israel y la milicia chiíta del Hezbolá termine "desde ya".

"Aquellos que tienen influencia para ayudar a resolver este problema deben hacerlo rápidamente, inmediatamente, desde ya.

Cada día cuenta", declaró Solana en una rueda de prensa con la ministra israelí de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni.

La Unión Europea "seguirá esforzándose para poner fin al baño de sangre en Líbano y cuanto antes lo logre mejor", añadió el responsable, condenando al mismo tiempo el secuestro de dos soldados el 12 de julio por parte del Hezbolá en la frontera entre ambos países.

Por su parte, Livni garantizó que Israel estaba realizando esfuerzos diplomáticos, paralelamente a su ofensiva en Líbano, aunque no dio más detalles sobre cuáles son estos esfuerzos.

Hasta ahora, 310 personas murieron en Líbano desde el 12 de julio, de los cuales 280 eran civiles.

Una delegación de la ONU se reunió esta semana con responsables libaneses e israelíes en ambos países para intentar fijar las bases de un alto el fuego entre las partes, que parecen decididas sin embargo a seguir adelante con sus combates.

"Cuanto más débil sea el Hezbolá, más fácil será para Israel y la comunidad internacional aplicar la resolución 1559 de la ONU", aseguró Livni.

Esta resolución pide la retirada de todas las fuerzas extranjeras de Líbano, el desarme de todas las milicias y el despliegue del ejército libanés en la frontera en lugar del Hezbolá.