La reina del “poto poto” dijo que recibe innumerables cartas de lesbianas que la invitan a una noche de placer, y confesó que le divierte sentirse acosada por sus pares
Por Roberto Blanco
No gana para satisfacciones la escultural Belén Francese, quien con su personaje de “tonta” que ella misma explota hasta el cansancio, ganó hace pocos días el premio a la “actriz revelación” de Villa Carlos Paz por su actuación en la obra “Más loca que una vaca” y ahora reconoció que es un bocado de tentación para las lesbianas.
“Recibo muchas cartas de mujeres lesbianas (sic) quienes me invitan a salir. Me parece re divertido pero por ahora me siguen gustando mucho los hombres”, confeso Belén en una nota periodística.
La autora del tema de “poto poto” se consideró además que es la reina de Villa Carlos paz, por encima de Wanda Nara, Evangelina Anderson y otras chicas, ya que “el público me eligió y eso le molesta a cualquiera”.
A las actuaciones en la obra que encabeza Tristán se suma su actividad en los boliches nocturnos de Villa Carlos Paz y un programa de entrevistas a colegas que realiza por el Canal 8 de Córdoba.
“Me divierto mucho haciendo este programa porque por momentos soy muy tonta y hago muchas preguntas equivocadas” dijo la actriz, aunque Asteriscos Tv aún no pudo reconocer si se trató de una confesión de parte o de otra postura más de su personaje.
“Cuando le hice una nota a la “Tota” Santillán le pregunté que sentía cuando se veía desnudo frente la espejo y me quería matar. Yo aproveché y le eche la culpa a la producción”, definió Belén.
Sobre el tema de las propuestas lesbianas, Belén reiteró que “por ahora no está en sus planes” y recordó el mal momento que pasó el año pasado cuando sugirió en una nota televisiva que Reina Reech y Valeria Archimó tenía una “relación de ese tipo”.
En otra secuencia de esta nota que se emitió en horario matutino en Telefé, cuando la familia desayuna con la inofensiva presencia del televisor, Belén también confesó que “el poto lo dejo para mi marido en la noche de bodas, sino no, no hay sorpresas”. Los padres aún intentan explicar a sus pequeños hijos el significado de esta frase tan sutil.