La modelo tomó la decisión de reducir una parte de su cuerpo, que la hacía más voluptuosa y atractiva. Conozca las razones que tuvo para tomar esta deteminación. Igual dice estar más "estilizada y glamorosa". Confesó que se sometió a una operación. Ahora es talla 90
Luego de su paso por “Cantando por un sueño”, donde fue una de las cuatro finalistas, Karina Jelinek aseguró que de todas las ofertas laborales que tuvo ninguna le interesó y prefirió quedarse con el glamour de las pasarelas.
“Tengo una propuesta para hacer cine para el año que viene, pero no puedo adelantar más. Sería un buen papel, una de las protagonistas…”, adelantó, a lo que se suman “varias ofertas para hacer teatro”.
”Gerardo Sofovich volvió a insistirme para que haga teatro con él y la gente de Jorge Guinzburg se comunicó con mi manager, Leandro Rud, para trabajar en una obra durante el invierno. Aún no decidí nada, pero de lo que sí estoy segura es que con conchero y plumas no me van a ver nunca, ni por un millón de dólares. Aunque bueno, después de que se lo ofrecieron a Susana, lo podría pensar nuevamente… (ríe)”.
Si llega aceptar subirse a las tablas, Karina sabe que “no sería una de esas vedettes que generan líos”. Dijo que nunca le interesó el escándalo y que si la meten en alguno prefiero no saberlo.” Cuando hablan de mí prefiero mirar para otro lado. Es como la canción que elegí para mi segunda gala: “¿A quién le importa?”. Me siento muy identificada con esa frase”
Consciente de que su imagen de inocente y aniñada le provocó una aluvión de críticas que defenestraron su figura, Jelinek se hace cargo de su comportamiento y dice: “Me parece que la gente compró ese personaje y está bueno, a mí también me divierte”. Sin embargo, sabe que todo tiene un límite y hubo algunas declaraciones que estuvieron fuera de lugar: “Durante todo el año 2006 fui una de las modelos más criticadas en la televisión y aunque me dolía, no me dejé vencer por esos prejuicios. Simplemente bajé el perfil y me dediqué, junto con mis abogados Ana Rosenfeld y Martín Leguizamón a preparar los juicios contra dos buscadores y un conductor muy conocido”, remarcó.
“Soy una nueva Karina. Me gusta la imagen que doy ahora, mucho más estilizada y glamorosa. La chica Baywatch ya fue, antes tenía 95 de busto y decidí sacármelo para quedar en 90. No es que vaya a hacer alta costura, pero hace poco sólo me llamaban para hacer catálogos de ropa interior y el otro día, por ejemplo, cerré una pasada de novias”, contó a la Revista Luz.