Los estadounidenses viven la mayor jornada de internas de la historia. Ya empezaron los comicios en más de 24 estados. Y el ganador para competir en la Casa Blanca es...
La carrera presidencial de Estados Unidos tendrá este martes un nuevo "supermartes" de elecciones en 24 estados, la mayor jornada de internas de la historia del país, que podría dejar a algunos candidatos como únicos favoritos y a otros al borde del abandono.
Para los aspirantes demócratas Hillary Clinton y Barack Obama y para los republicanos John McCain y Mitt Romney, las internas de enero en Iowa, New Hampshire, Nevada, Carolina del Sur y Florida ya son historia, y sus esfuerzos están puestos en las de este martes en 24 estados y en la colonia de Samoa Americana.
Con contiendas que van desde bastiones liberales como Massachusetts, al norte, a estados fuertemente conservadores como los sureños Alabama y Georgia, desde la helada Alaska a la desértica Arizona y la soleada California, los equipos de campaña y los propios candidatos afrontan desafíos sin precedentes.
Un multimillonario bombardeo de avisos de publicidad en todo el país agotará las arcas de los equipos de campaña y extenuantes vuelos de costa a costa mantendrán tensos los nervios de los aspirantes a representar a sus partidos en las presidenciales de noviembre, de las que surgirá el sucesor de George W. Bush.
La avalancha de internas es vista desde hace tiempo como la jornada en que podrían definirse las nominaciones, pero las carreras están tan parejas que las coronaciones son improbables, aunque no se descarta que una clara victoria para algún candidato en un día tan clave fuerce a su rival a pensar en tirar la toalla.
Del lado demócrata estarán en juego 1.681 de los 4.049 delegados que luego irán a la Convención Nacional del partido que en agosto próximo proclamará a su candidato presidencial en Denver, Colorado, es decir un 83 por ciento de los 2.025 que se requieren para asegurarse la nominación.
Obama y Clinton se repartieron en dos por bando las cuatro internas celebradas por el partido en enero. Su carrera de dos personas se hizo oficial la semana pasada con el abandono de su ex rival John Edwards, garantizando que el candidato demócrata será por primera vez una mujer o un afroamericano.
Clinton, senadora por Nueva York, lidera la carrera con 249 delegados, mientras que Obama, senador por Illinois, suma 181.
Los republicanos competirán este martes por más de 1.000 delegados de los 1.191 necesarios para ganar la candidatura en la Convención Nacional de septiembre en Minneapolis, Minnesota.
Los sondeos conocidos el fin de semana otorgaban una clara ventaja para Hillary producto de ser más conocida que Obama.
La ex primera dama, de acuerdo a esos datos, contaría con una ventaja estable de dos dígitos en los sondeos de California, el que estado que más delegados -370- pone en juego en esa jornada para los demócratas.
Pero si bien Hillary parece llegar con mejores chances al supermartes, en las últimas horas Obama acercó posiciones.
Un sondeo dado a conocer este lunes por la cadena CNN otorga al aspirante de color un 43 por ciento de apoyo, frente al 45 por ciento cosechado por la ex primera dama.
Nueva York, el estado que representa en el Senado, es el segundo premio mayor, con 232 delegados. Nueva Jersey es vecina a su Nueva York natal y otro estado crucial, Arkanas, es donde su marido el ex presidente Bill Clinton fue gobernador.
Obama espera dominar en estados con grandes poblaciones negras como Alabama y Georgia, mientras que se considera que Clinton atraerá a más mujeres, a más trabajadores de medios y bajos recursos y a la explosiva comunidad hispánica, especialmente en California, donde pueden votar tres millones de latinos.
Si los delegados en los estados que constituyen la base de poder de Clinton se distribuyeran según la lógica "el que gana se lleva todo", la carrera podría haber sido suya la semana próxima.
Pero bajo el laberíntico sistema demócrata de distribución proporcional, los candidatos pueden reunir pequeñas cantidades de delegados incluso en estados que les son muy desfavorables.
Tras el abandono del ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, la contienda republicana también se redujo a una virtual puja de uno contra uno entre el senador por Arizona McCain y el ex gobernador de Massachusetts Romney, con Micke Huckabee como tercero en discordia pero con pocas chances de hacerles sombra.
El supermartes también supone una dura batalla para los republicanos, pero su sistema es mucho más simple, ya que en la mayoría de los estados el ganador se lleva todos los delegados.
Pero tras sus triunfos en New Hampshire, Carolina del Sur y Florida, y su liderazgo en los sondeos nacionales, McCain llega como favorito al supermartes, además de liderar la carrera de delegados con 93, seguido de Romney con 59 y de Huckabee con 40.
El senador, un condecorado ex combatiente de Vietnam de 71 años cuyas ambiciones presidenciales fueron frustradas en el año 2000 por Bush, logró la semana pasada los apoyos clave de Giuliani y del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger.