Los demócratas elegirán el candidato a pelear la llegada a la Casa Blanca. Obama y Hillary parejos
La incertidumbre por la candidatura demócrata se disparó ayer, un día antes del decisivo "supermartes", luego de que se difundió una encuesta que revela que Hillary Clinton y Barack Obama están prácticamente igualados en intención de voto en los 22 estados que mañana elegirán al candidato opositor que disputará la Casa Blanca en noviembre.
Del lado republicano, por el contrario, el senador John McCain es, con una ventaja de más de 20 puntos sobre su adversario Mitt Romney, el gran favorito para la maratón electoral de mañana.
Apenas una semana atrás, Clinton aventajaba a Obama por 15 puntos porcentuales en intención de voto para las primarias del "supermartes".
Pero en los últimos días, tras conseguir valiosos respaldos -como el del clan Kennedy- y luego de su abrumador triunfo en las primarias de Carolina de Sur, el senador de Illinois logró achicar la brecha a sólo cuatro puntos, según reveló ayer una encuesta conjunta del diario The Washington Post y la cadena televisiva ABC.
Según el sondeo, realizado entre el viernes y el sábado pasados sobre 1249 casos, la ex primera dama cuenta con un apoyo del 47%, frente al 43% del senador negro, lo que constituye un empate técnico, ya que la diferencia porcentual equivale al margen de error del estudio.
La igualdad es tal que varios analistas sostienen que, al contrario de lo que se pensó durante todo 2007, es improbable que la cita de mañana resuelva definitivamente cuál de los dos candidatos será elegido por el partido. Por tal motivo, los estrategas de ambas campañas ya miran con atención hacia el 12 de febrero, cuando se realizarán las primarias en Virginia y Maryland.
Con el propósito de seguir recortando la brecha con su rival, Obama continuó ayer con su frenética agenda de viajes, al visitar un estado tras otro, al tiempo que destinó millones de dólares para anuncios televisivos.
"No hay duda de que la senadora Clinton sigue siendo la favorita", reconoció Obama a la prensa, a bordo de su avión de campaña. "Cuando la gente me conoce y conoce mis historial, me va bien. De lo contrario, ella tiene ventaja, porque es más conocida", explicó.
Clinton, en tanto, dedicó el fin de semana a tratar de cosechar apoyo en Nuevo México, Arizona y Colorado el voto hispano que, como ya ocurrió en Nevada, se perfila como clave para el devenir de las primarias. El otro aspecto decisivo será a quién respaldarán los seguidores del senador John Edwards, que el miércoles pasado abandonó la carrera hacia la Casa Blanca.
McCain, el favorito
La contienda republicana, si bien mucho más tensa, parece casi definida.
Según la encuesta de The Washington Post , McCain aventaja por más de 20 puntos a Romney, con el 48% de los votos, frente al 24% del ex gobernador de Massachusetts. En tanto, el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, se sitúa en un lejano tercer puesto, con el 17% de los votos.
El aumento de la diferencia de McCain sobre sus rivales tiene lugar tras sus triunfos en las primarias de Carolina del Sur y Florida, y luego de que el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani decidió abandonar la contienda y apoyar al héroe de Vietnam.
Así las cosas, si bien insistió en que no da nada por descontado, McCain, de 71 años, pronosticó ayer: "Creo que obtendré la nominación de mi partido".
Pese a estos desalentadores pronósticos, Romney, por su parte, que el sábado celebró una victoria simbólica en las primarias del estado de Maine, se mostró confiado en recortar mañana la distancia necesaria como para poder continuar en carrera: "Estoy alentado por el respaldo hacia mí que estoy viendo crecer", aseguró ayer.
Crucial para ambos partidos, el "supermartes" repartirá 1681 delegados entre los demócratas y 1023 entre los republicanos, cifras importantísimas que podrían dar ventajas insuperables a los que salgan ganadores, ya que para asegurarse la postulación del Partido Demócrata se necesitan 2025 delegados, mientras que en la formación republicana se requieren 1191.
Por otro lado, según la encuesta Gallup, divulgada anteayer, entre los estados que más delegados reparten Clinton ganaría en California (441), Nueva York (287), Nueva Jersey (127), Massachusetts (121) y Minnesota (88), mientras que Obama ganaría en Illinois (185) y en Georgia (103).
Lo cierto, sin embargo, es que a estas alturas en Estados Unidos ya nadie se fía de la encuestas. Primero, porque ya se equivocaron estrepitosamente en las primarias de New Hampshire. Y segundo, porque el "efecto Obama" es tan potente como impredecible.