Por Roberto Blanco

�Se prefiere malo conocido que bueno por conocer�. El dicho no cabe mejor para la ocasión. A pesar de las quejas de muchos puristas por las peleas mediáticas que se generan en los ciclos de Marcelo Tinelli durante el año, y dan de comer a todos los programas de chimentos y magazines de la TV nacional, hoy se extrañan demasiado esos conflictos.

Y, la culpa de ese recuerdo tiene relación directa con el bajo nivel que despiertan �las guerras de las siliconas sin cerebro� que se trató de inventar en Carlos Paz y Mar del Plata, para sostener a estos programas que necesitan de cierta �carne picada� para sobrevivir.

Sin embargo, convengamos que la intención de los productores no es mala, al armar ciertos conflictos y luego explotarlos: el dilema está en sus protagonistas, que tienen poco vuelo para el debate mediático.

Este primer mes del año nos bombardearon desde las tardes chimenteras con �la guerra de los cornalitos�, poco sutil pelea verbal entre una diva de lengua filosa (Moria Casán), y una campeona con poco ángel (Celina Rucci).

De poco vuelo, el debate quedó suspendido en esas peligrosas acusaciones de �ser o no ser cornalitos�, un estigma que ofende sin dudas a tan rico espécimen de mar, que alimenta mejor a los veraneantes que los �dardos venenosos� de las divas en cuestión.

�Moria tiene razón, las nuevas son cornalitos porque salen con medio mundo�, definió un humorista que hace temporada en Mar del Plata y ya no sabe como convencer a los visitantes para que vean su espectáculo, que tiene mas sillas vacías que llenas.

En ese punto no hay debate posible: Nito Artaza es el rey de las recaudaciones y muy atrás viene su ex socio Miguel Angel Cherutti, y después la �miseria espantosa�. Tampoco aquí hubo mercadería para los programas de la tarde.

Por su parte, en Villa Carlos Paz, la guerra pasa por el reinado entre las �chicas Sofovich� con Florencia de la V y Nazarena Vélez ,y un marcado de territorio, que más de damas parece ser de animales en celo.

A ese presente de conflicto se suma la guerra de las nuevas pequeñas vedettes como Wanda Nara y Evangelina Anderson que empezó por la disputa de un novio (Maxi López) y luego por �quien saluda primero� en una obra (Planeta Show) que al final del primer mes, decidió bajarlas a ambas de las tablas.

En este escenario, �las extensiones� se las siguieron sacando ambas chicas en el boliche top de la noche de la Villa: �Keops�, donde Asteriscos.Tv fue testigo de las �pisaditas� (léase zancadillas) entre las dos rubias durante la despedida de una noche de �glamour, lolas, colas y pocas palabras�.

Seamos honestos. ¿No se extrañan las peleas del jurado de Bailando, las chicanas entre Sofovich y Carmen Barbieri, las caídas de las Patinadoras, el caño y el llanto tan bien actuado de Wanda después del video revelador del 2007?. Volvé Marcelo, te extrañamos.