El 48 % de la gente depende exclusivamente del hospital público para el cuidado de su salud. El 10 % son mayores de 65 años y el 28 % menores de 15
El 48 por ciento de la población argentina carece de cobertura médica prestada a través de una obra social o empresa de medicina prepaga, por lo que depende totalmente de un sistema público en muchos casos desbordado, para atender su salud.
Como factor agravante, buena parte de esos habitantes pertenece a los grupos más vulnerables: el 10 por ciento son mayores de 65 años mientras que otro 28 por ciento tiene menos de 15 años.
Los datos forman parte de los estudios que se analizarán en el IX Congreso Argentino de Salud, que este año se hará en la ciudad de Iguazú entre el 14 y el 15 de septiembre próximo.
La zona del país con situación sanitaria más deficiente es la conformada por Formosa y Chaco, donde el 66 por ciento de la población carece de cobertura y debe atenderse con una infraestructura hospitalaria muy pobre.
También Santiago del Estero, con el 64 por ciento de habitantes sin cobertura; Chubut, 62; y Salta, 60; son otras de las provincias que padecen las mayores dificultades.
La provincia de Buenos Aires también atraviesa severos problemas, ya que su nivel de personas sin cobertura está por encima de la media del país y el 49 por ciento de los habitantes debe atenderse en el hospital público.
La atención médica por una estructura hospitalaria rebasada --que no logra hacer frente a la superpoblación de pacientes-- es un fenómeno potenciado en el Gran Buenos Aires, donde viven 8,6 millones de personas.
Así, muchos habitantes del conurbano bonaerense optan por atenderse en hospitales públicos porteños, en los que –sostienen-- aproximadamente el 35 por ciento de los pacientes procede del Gran Buenos Aires.
Esta fue una de las razones por las en la última década creció el número de consultas por guardia el 77 por ciento, y también aumentó el número de consultas sin urgencia entre un 20 y un 60 por ciento, según el servicio.
Por ello, el mejor aprovechamiento de los recursos disponibles en el sistema sanitario será uno de los temas clave que discutirán en el IX Congreso Argentino de Salud cientos de especialistas de distintas disciplinas y referentes de la cadena de prestadores.
Asimismo, el creciente costo de los servicios y los graves problemas de financiamiento del sector, serán temas centrales del cónclave organizado por ACAMI, entidad que nuclea a prestadores sin fines de lucro e integran -entre otros- los hospitales Alemán, Británico, Italiano, San Juan de Dios, sanatorio San José, Mater Dei, William Hope, Clínica Reina Fabiola, Hospital Italiano de Córdoba, CEMIC, FLENI, OSDE y la Fundación Favaloro.
El Congreso de Salud desarrollará tres temas centrales: la investigación, la justicia y el financiamiento en el sistema sanitario.
Disertarán, entre otros, el superintendente de Servicios de Salud de la Nación, Héctor Adrián Capaccioli, y el gerente general de ese organismo, Néstor Vázquez; el titular de ACAMI, Marcelo Mastrángelo; el presidente de la Asociación de Empresas de Medicina Prepaga (ADEMP), Pablo Giordano; el juez nacional en lo Civil, Ricardo Li Rosi; el director médico de la Fundación Favaloro, Eduardo Raimondi y el ex rector de la Universidad de Buenos Aires, Guillermo Jaim Etcheverry.
Hace diez años, las guardias de los hospitales porteños recibían 1.520.314 consultas por año. En 2005, la cifra había trepado a 2.694.171, un nivel de incremento inédito que superó la capacidad de los recursos hospitalarios y conspiró contra la eficiencia de los servicios de emergencia.
En el Ministerio de Salud porteño afirman que las cifras han seguido en aumento en los últimos meses. La capital cuenta con la mayor infraestructura hospitalaria, pese a que en el radio urbano sólo el 26 por ciento de la población carece de obra social o prepaga médica.
La Ciudad destina un 25 por ciento de su presupuesto a la salud, cuenta con 33 hospitales (14 de los cuales están especializados) y 70 centros de salud diseminados en sus barrios.
Con esta estructura, en la que se desempeñan unas 30 mil personas, atiende anualmente a más de 10 millones de pacientes.
Sólo en los hospitales se atendieron en el primer trimestre de este año 1.946.512 consultas externas, mientras que los centros de salud recibieron 133.886 consultas entre enero y marzo.
Para enfrentar la demanda, Alberto De Micheli, nuevo ministro de Salud porteño, propone implementar el hospital vespertino, con el fin de descongestionar de pacientes el turno de la mañana y lograr una atención más eficiente y racional.
Cuenta para ello con un total de 8.600 médicos, 4.750 profesionales de la salud como psicólogos, kinesiólogos, odontólogos y nutricionistas, 6.570 personas en enfermería y 6.300 empleados en tareas técnicas y administrativas.
Por el momento, los hospitales públicos cuentan con una estructura y un equipamiento sólo utilizados de manera intensiva, una sexta parte del día en horario matutino. Luego, sólo la guardia atiende las emergencias.