El gobierno nacional avala un faraónico proyecto para tratar de encontrar una salida al caos de tránsito porteño que se vive a diario
El ministro de Planificación, Julio De Vido, consideró “fundamental” el proyecto de construir una autopista subterránea por debajo de la Avenida 9 de Julio.
El funcionario aseguró que “es un proyecto fundamental para Buenos Aires, junto a la autopista ribereña” porque permitirá la habilitación de nuevos espacios verdes, además de la reducción en el congestionamiento del tránsito en el centro de la ciudad.
“Son los dos puntos viales más importantes de la ciudad” aseguró De Vido, al referirse a este proyecto y al de la denominade autopista ribereña que correría por debajo de la Av. Alicia Moreau de Justo.
Según los borradores de la propuesta, se construirían dos túneles, cada uno tendría dos pisos y con dos carriles por nivel, es decir un total de 4 carriles de ida y otros tantos de vuelta.
El proyecto comenzaría desde la calle Arroyo y concluiría en Carlos Calvo, sin entradas ni salidas, para unir el tránsito de las autopistas Illia con las 25 de Mayo y La Plata-Buenos Aires.
De Vido los consideró como “los proyectos más importantes de la ciudad” y sostuvo que su implementación permitiría “potenciar los espacios arbolados” en el centro de Buenos Aires.
Desde la Jefatura de gobierno no hubo confirmación, pero el ministro de Planificación alentó el proyecto que impulsa su cartera.
El jefe de Estado Néstor Kirchner había manifestado en mayo pasado, cuando viajó a Viena para la Cumbre de la Unión Europea, América latina y el Caribe que "lo que le falta a Buenos Aires es hacer la 9 de Julio subterránea".
Según la estimación de Ernesto Arriaga, vocero de Vialidad Nacional, "este tipo de obra, que técnicamente se denomina autopista en trinchera, mejoraría la transitabilidad de la zona en un 50%".
Sin embargo, afirma que del total del tráfico que atraviesa la 9 de Julio, "sólo entre el 15 o el 20% lo hace de punta a punta", como está diseñado en el proyecto de autopista bajo tierra.
No obstante, el borrador deberá contar con el análisis económico de la obra que deberá por su magnitud, contar con financiación del gobierno central porque se encuentra bajo la órbita de la secretaría de Transporte de la Nación.