El defensor italiano Marco Materazzi se presentó en la sede de la FIFA, en Zúrich, Suiza, para ser interrogado por el Comité de Disciplina sobre el episodio del cabezazo de Zinedine Zidane en la final de la Copa del Mundo.

Materazzi fue acompañado por su abogado y por un responsable de las relaciones internacionales de la Federación Italiana de Fútbol, Sergio Di Cesare.

El zaguero del Inter abandonó el edificio casi dos horas después, con rostro serio, sin hacer declaraciones.

La FIFA hizo saber que no comunicará los detalles de la reunión, y que deja este cuidado a la Federación Italiana de Fútbol. Según un portavoz del máximo organismo del fútbol, "el careo previsto en Zúrich el 20 de julio entre Zidane y Materazzi sigue vigente".

La FIFA abrió un expediente disciplinario a cada uno de los dos jugadores. En la final del Mundial, Zidane le pegó a Materazzi un cabezazo en el pecho en el minuto 110 de partido, lo que le valió la expulsión.

Zidane, en declaraciones a la prensa, señaló que Materazzi había "ofendido" el honor de su familia, tanto de su madre como de su hermana, aunque algunas versiones indicaban que el defensor italiano había proferido un insulto personal a "Zizou" relacionado con su origen.