El árbitro argentino, de destacada participación en el Mundial de Alemania 2006 -dirigió 5 partidos incluída la final-, reconoció que le queda poco tiempo en el referato
El árbitro argentino Horacio Elizondo, quien dirigió la final del Mundial el domingo, arribó al país tras su participación en Alemania, y admitió que “falta muy poco” para que se retire de la actividad.
Si bien se negó a precisar cuándo dará el adiós definitivo al referato, Elizondo confesó que el retiro está “muy cerca”, ya que “hay que darle lugar a otras generaciones”.
“Además de que estoy grande, me está empezando a picar el bichito de enseñar todo lo que aprendí”, agregó el árbitro, que también actuó, entre otros, en el partido inaugural de la Copa del Mundo, disputado entre Alemania y Costa Rica.
Elizondo aseguró que “Argentina quedó bien parada, en un nivel muy bueno” respecto al ranking de clasificación del arbitraje por países.
En cuanto a la Argentina, si bien se negó a opinar sobre el equipo de José Pekerman, Elizondo consideró que “ se dejó una muy buena imagen en el exterior, desde técnicos, jugadores y dirigentes hasta los hinchas que viajaron a Alemania”. “Todos hemos hecho un conjunto de buenos embajadores”, agregó.
Por último, consultado sobre si “le pesó” expulsar a Zinedine Zidane en la final contra Italia, negó rotundamente: “Uno tiene que estar preparado para dirigir a dos equipos con distintas camisetas y compuestos por jugadores con distinto número”.
“Entonces está preparado para no ser influenciado. Uno ni siquiera piensa en todo lo que se cree, hay que estar preparado mentalmente”, concluyó.