Los campeones del mundo fueron recibidos por el primer ministro Romano Prodi, quien destacó los valores del equipo que logró ganar en grupo
Por fin, los campeones mundiales llegaron a casa. Ni bien bajaron del avión, fueron recibidos por una multitud en el aeropuerto militar de Pratica di Mare.
El capitán Fabio Cannavaro fue el primero que se mostró con la copa, para el delirio de los miles de hinchas que festejaban.
El plantel subió a dos micros que fueron acompañados por una larga caravana de autos, motos y camiones que los escoltaron hasta el Palazzo Chigi, donde el primer ministro Romano Prodi los aguardaba para darles la bienvenida.
Prodi dio las gracias a los integrantes de la selección por "haber devuelto la alegría de vencer en equipo", por "haber recordado que con fatiga, sudor y empeño se consiguen los resultados", por "haber devuelto al calcio la dignidad" y por "haber dado a Italia, un país que se divide en exceso en ocasiones, una ocasión extraordinaria de unidad nacional".
Luego del recibimiento oficial se presentaron ante una multitud en el Circo Massimo, donde una gigantesca fiesta con banderas, fuegos artificiales y hasta un coche fúnebre con la bandera francesa los esperaba. Ahora, los campeones del mundo festejan con los suyos.