Los investigadores de la Policía Federal seguían hoy buscando intensamente al hombre que el jueves pasado comenzó a disparar contra quienes caminaban por la avenida Cabildo y mató a un joven de 18 años e hirió a otras seis personas, en el barrio de Belgrano.

Mientras tanto, con los rasgos fisonómicos del autor de los disparos, aportados por testigos presenciales del hecho, los investigadores sumaban también diversas hipótesis para tratar de determinar la identidad del hombre que causó la muerte del joven Alfredo Marcenac.

Una de esas hipótesis, de acuerdo con lo indicado por fuentes del caso, apunta a la posibilidad de que el asesino del muchacho hubiera sido un participante de los denominados "juegos de rol" y que en ese marco le hubieran encargado la "misión" de disparar en la calle.

"Se trata de una hipótesis dentro de varias posibilidades que es estudian, en un caso que sorprende porque no presenta antecedentes locales", dijo un vocero del caso.

Mientras tanto, otra hipótesis manejada por investigadores del sangriento episodio dio cuenta de la posibilidad de que el autor de los disparos fuera efectivamente un vigilador privado -como había trascendido en un primer momento- que se desempeñaría en una agencia de seguridad.

Esa primera posibilidad había sido barajada el mismo día del trágico incidente, debido a la vestimenta del autor de los disparos: según el jefe de la seccional 33 de la Policía Federal, comisario Ricardo Torres, el hombre tenía una campera "tipo Alfa", color negra, "similar a las que usa el personal de las agencias de seguridad", con una "banderita argentina en las mangas".

Esta hipótesis, de acuerdo con una fuente cercana al caso, podría haber cobrado mayor fuerza en las últimas horas, apuntando hacia un vigilador como el supuesto autor de los disparos efectuados el jueves pasado en la avenida Cabildo casi esquina José Hernández.

También, según esa línea de investigación, podría inferirse que este caso estaría relacionado con otro ocurrido en marzo pasado cerca de allí, en la calle Cramer y la avenida Juramento, cuando un hombre efectuó 15 disparos contra la conocida confitería Balcarce, hiriendo a una joven.

Las coincidencias se basan en el calibre del arma: según lo señalado, las balas halladas en ambas escenas son de calibre 380, es decir disparadas con una pistola 9 milímetros corta.

Por otra parte, los investigadores insistieron en señalar que, por los datos con que cuentan, sospechan que el hombre que protagonizó el ataque tenía conocimiento en el uso de armas.

"Hay una alta probabilidad de que este individuo tenga capacitación previa en el mano de armas", señaló una fuente citada por Diario Popular.

El vocero, en tanto, agregó: "Fue todo muy automático, como si estuviera planeado. Es probable que siguiera ciertas reglas establecidas con anterioridad, ya sea en su cabeza enferma o por órdenes de otra persona".