Las primeras versiones aseguraron que el joven de 24 años perdió la vida tras tomar un litro y medio de whisky. Sin embargo, su papá negó que eso haya sucedido. "No le ensucien el nombre", suplicó.

Ángel Carrillo aseguró a C5N que la muerte de su hijo "es un misterio, estoy como enloquecido. Tengo a mi señora que está super loca". Pero dejó bien en claro que no se relacionó con el descontrol.

Marcelo perdió la vida el sábado por la madrugada, cuando estaba bailando con un grupo de amigos en el boliche The Roxy, en el barrio porteño de Colegiales. Fue trasladado de urgencia al Hospital Tornú, pero los esfuerzos por revivirlo fueron en vano.

"Lo primero que dijeron es que podía haber sido una muerte súbita", aseguró su papá. Además aclaró que la doctora que lo atendió le dijo que "no tenía ni una gota de alcohol. No tenía síntomas de bebida".

Para corroborar la historia, Ángel se enfrentó con los amigos de su hijo. "Los encaré, los amenacé. Me juran y me perjuran, por sus madres, que no tomaron nada."

Destacó que Marcelo era un joven sano, que pasaba los fines de semana en la casa de su novia. Raras veces iba a bailar y no le gustaba tomar. Era el único hijo de esta familia y estaba a cuatro finales de recibirse en Licenciado en Comunicación.