El director de Enarsa también defendió el mantenimiento de un tipo de cambio “razonable para sostener la competitividad de la producción nacional”.
El economista Aldo Ferrer se manifestó a favor de la posibilidad de ir cancelando deuda con el Fondo Monetario Internacional al considerar que mantener “una relación normal” con ese organismo multilateral significaría “no deberle nada” en el futuro.“El objetivo debe ser establecer una relación normal con el Fondo, que significa no deberle nada. Y por lo tanto la política debería ser, en un sendero razonable, terminar con la deuda con el Fondo y ser miembros del organismo sin pedirle nada, ni deberle nada”, opinó el también director de la empresa estatal ENARSA.
En una entrevista concedida al programa
Asteriscos, que se emite por Canal P+E, el economista y uno de los referentes del Plan Fénix, sostuvo que es necesario “ver en la práctica los plazos, los vencimientos y las reservas para evaluar cómo se logra ese objetivo, que es necesario”.
Puntualizó que la Argentina “ha demostrado que tiene capacidad de sostener su postura, que es distinta a la del pasado. A diferencia de otros tiempos, ahora no se firma donde a la Argentina le dicen, sino dentro de ciertos límites que sean compatibles con la recuperación del país”.
El economista destacó que no se trata sólo de tener en cuenta las reservas sino que “es fundamental mantener una situación de equilibrio dinámico de los pagos externos que vayan generando las divisas necesarias que el país necesita”.
“La defensa del tipo de cambio no depende sólo de reservas sino de la balanza comercial y cuenta corriente. En la medida en que haya un tipo de cambio competitivo e incentivos para producir para el mercado interno y exportar, lo más probable es que se vaya consolidando la situación de base”, explicó Ferrer.
También defendió el mantenimiento del tipo de cambio alrededor de los 3 pesos, al señalar que “en términos reales y tomando la evolución de costos internos, es razonable para sostener una rentabilidad de sectores muy amplios de la producción nacional”.
Ferrer consideró, en tanto, que si bien el presidente del Banco Central tiene “un grado de autonomía importante, la política monetaria es parte de la política económica y tiene que formar parte de la estrategia general del gobierno en el manejo de diversos instrumentos”.
En ese sentido, confió en que el actual titular del BCRA, Martín Redrado, “opere en ese contexto de políticas”, y relativizó los rumores sobre diferencias entre el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Para Ferrer, el país atraviesa “una operación muy compleja de intereses gigantescos de la deuda y por lo tanto se están moviendo cosas vinculadas a esa diferencia. No me extraña que empiecen a aparecer en la fase final de la negociación todo tipo de interpretaciones y conflictos”.
Consideró que la relación entre el presidente y Lavagna muestra que existe “una coincidencia total en la forma de interpretar los hechos y de poner en marcha la política económica”.
“No podría ser de otra manera. La primera responsabilidad la tiene el jefe de Estado y el ministro es su principal consejero y operador, y no veo evidencia real de que en lo sustantivo de la política económica y de la negociación de la deuda haya alguna diferencia”.
Ferrer puntualizó que es necesario observar la situación puertas adentro, esto es “consolidar la gobernabilidad y la economía argentina”, al señalar que la salida del default “es una buena cosa porque existe un obstáculo, pero no es lo esencial”.
“Hemos demostrado que estando en default y pagando deuda la economía se recuperó con estabilidad de precios. Hay una moderada mejora del empleo y se demostró que la Argentina tiene medios no sólo para cumplir con obligaciones externas, sino para movilizar su propio potencial económico”, enfatizó Ferrer.