Para el ex presidente del Central, por ese retraso pueden “encarecerse los créditos y retrasarse las inversiones”
El ex presidente del Banco Central
Aldo Pignanelli advirtió que las demoras en el inicio del canje de deuda argentina en default retrasarán la llegada de inversiones y pueden “encarecer el crédito”, y alertó que se tiene “un plazo acotado” para designar a la nueva entidad colocadora de los títulos en Estados Unidos.
“La demora no juega a favor de la Argentina”, sostuvo Pignanelli, y explicó que si bien “el costo no es inmediato”, esas desventajas se notarán en el retraso de “importantes inversiones que ingresarían inmediatamente después de iniciar el canje”.
Para el ex titular de la autoridad monetaria durante el gobierno de Eduardo Duhalde, “la demora frena inversiones nuevas, puede encarecer el crédito externo –el poco que hay para el sector privado- y nos saca del juego internacional”.
No obstante, aclaró que es “optimista” acerca del resultado final del canje, aunque pidió que “las cosas se hagan bien”, y sostuvo que una vez que se concrete la operación y empiecen a ingresar inversiones puede producirse una “revaluación del peso”.
Pignanelli sostuvo que en el exterior tienen buenas perspectivas sobre el canje de deuda argentina, ya que consideran que “tiene asegurado un piso del 70 por ciento y podría llegar al 80 por ciento. Pero para ello se necesita dar los pasos técnicos necesarios”, agregó en una entrevista con
Asteriscos, por Canal P+E.
Para Pignanelli, el aspecto técnico significará “un buen apoyo”, aunque destacó que existen “críticas en el exterior porque no les gusta la forma de plantear las cosas. Estamos pagando un costo elevado por eso”, sostuvo Pignanelli, quien cuestionó el estilo confrontativo que utiliza el gobierno argentino en el marco de las complejas renegociaciones que se llevan a cabo.
El ex funcionario destacó que el gobierno argentino está jugando “con un tiempo acotado” para definir quiénes serán las entidades colocadoras de la nueva deuda en EEUU, luego de la deserción del Bank of New York, y explicó que esas dificultades están potenciadas por la concentración de bancos a nivel internacional.
“Los bancos en condiciones de realizar esa operación se han fusionado y no son mas de tres o cuatro a los cuales la Argentina puede acceder como agente financiero del canje. Uno de ellos es el Bank of New York, que tiene todo preparado, no será fácil sustituirlo y debe hacerse lo antes posible”, estimó.
También se mostró en desacuerdo con la ausencia de la Argentina en la última reunión del G-20 y destacó que el pronunciamiento de ese grupo (que nuclea a una veintena de los principales países del mundo) indica que “evidentemente fue un error) no asistir al encuentro.
En cuanto al tipo de cambio, que actualmente rige con una relación de 3 a 1 respecto del dólar, Pignanelli puntualizó que para orientar esa paridad desde la autoridad económica se deben atender equilibrios económicos y sociales.
“Si uno le pregunta a los exportadores, van a querer un dólar alto y salarios bajos, porque les otorga mayor rentabilidad. Pero si uno consulta a quien depende del mercado interno, va a opinar al revés. La autoridad económica debe buscar el equilibrio”, analizó.
En ese sentido, consideró que “tener un dólar ilimitadamente alto, va en contra de los salarios fijos” y estimó que la relación actual “parece razonable porque hay superávit fiscal, con más oferta que demanda, y eso determina que la expectativa sea a la baja”.