El consultor consideró que el canje de deuda podría superar el 75 por ciento. Estimó que la Argentina puede crecer este año al 4 por ciento, pero alertó sobre los precios
El consultor Gabriel Rubinstein consideró que el canje de deuda con los holdouts podrías superar el 75 por ciento de adhesión y advirtió que el Gobierno tomó la inflación como una variable de recaudación impositiva.
Rubinstein planteó que "no debe exagerarse la importancia del canje" y remarcó que si bien "es positivo para ir terminando con el default, hay más pasos para dar".
"Debe esperarse que la Argentina tenga algún grado de inserción en los mercados mundiales de crédito, pedir algo de plata prestada para que todos los vencimiento de deuda no sean pagados con fuentes internas que se van agotando", planteó.
En una entrevista con Asteriscos.tv por Canal Metro, se refirió a los avances en el canje de la deuda en default anunciado por el Gobierno nacional, y consideró que es probable que consiga "más del 75 por ciento de adhesión".
Para Rubinstein, aunque el canje "va a ser un éxito, el triunfo claro vendrá cuando, si se producen los nuevos juicios, se vea si se hace lugar o no a las demandas del resto".
Como paso siguiente, estimó que "el Gobierno va a intentar la negociación con con el Club de París" pero destacó que ese paso exige "el visto bueno del Fondo Monetario Internacional".
"La Argentina no quiere pasar por el Fondo Monetario, es como que tiene vergüenza y no puede aceptar que se revisen las cuentas argentinas", analizó.
Rubinstein finalmente, abordó la situación interna y señaló que "el problema no es el tipo de cambio sino la inflación que está en un 30 por ciento ahora proyectado, y que podría terminar en 24 por ciento".
"Es una inflación altísima para el mundo moderno. El problema se ha hecho adicto al impuesto inflacionario. Si se eliminara, tendría un serio problema fiscal", dijo el consultor y estimó que así como en 2009 la economía cayó un 4 por ciento, para este año "se espera un rebote de entre el 4 y el 4,5 por ciento".