El economista advirtió sobre la necesidad de "ciudar la caja". Destacó que el Gobierno tiene el desafío de recuperar la "confianza" de los inversores y agentes económicos
El economista de la consultora Ecolatina Rodrigo Alvarez advirtió que la fuga de capitales en la Argentina alcanzó "una magnitud similar a la que se produjo en 2001" y advirtió que el Gobierno debe recrear confianza ante la percepción de que existe "una baja capacidad para resolver problemas".
De acuerdo con el informe de la consultora Ecolatina, en los últimos dos años se produjo una salida de 44 mil millones de dólares del sistema financiero, a razón de 2 mil millones de dólares mensuales.
Alvarez, en diálogo con Asteriscos TV, por Canal Metro, remarcó que se trata de "un problema serio que restringe la liquidez dentro del sistema económico para financiar el consumo y las inversiones".
El economista planteó que se mantiene la salida de recursos y que a los efectos prácticos el resultado es similar si se trata de fugas hacia cajas de seguridad o fuera del país porque se trata de "recursos que no están para financiar otras actividades".
"Esa situación tiene que ver con la percepción de la sociedad de que existe una baja capacidad de quienes llevan adelante la política económica para resolver los problemas, de que se acumulan problemas y no se solucionan", afirmó Álvarez.
En una entrevista con Asteriscos.tv, por el canal Metro, destacó que las grandes corridas se produjeron con hechos puntuales: a fines de 2007, con el estallido de la crisis internacional; a principios de 2008 durante el conflicto con el campo y con la nacionalización de las AFJP que llevó a "una hemorragia constante de 2 mil millones de dólares, compensada por ingreso de divisas, aunque sigue siendo un tema serio".
"El gran desafío del Poder Ejecutivo es recrear confianza porque hay una crisis política grave que repecute en las variables económicas. La política sigue afectando la economía que marca una agenda de restricciones cada vez más pesada".
Álvarez, por otra parte, consideró que la posibilidad de realizar una nueva oferta a los bonistas que no ingresaron al canje "es un problema, pero no uno de las prioridades ni que deba atacarse a corto plazo".
En cambio, estimó que "la crisis de confianza, la caída de la actividad económica y la inflación" son puntos centrales para tomar medidas en el corto plazo y estimó que el Gobierno tiene además un "margen escaso para bajar retenciones porque tiene un problema serio de financiamiento".
"El Gobierno tiene que cuidar cada peso de sus recursos. En 2009 no hay prácticamente incertidumbre, pero en 2010 se requiere más manejo de recursos y de gastos. No será un año problemático en la medida en que haya cuidado con la caja".