El economista alertó que si se dispara el gasto público por los comicios podría dejar al país en una situación financiera "claramente insostenible" para 2010 y 2011
El economista Aldo Abram advirtió que si bien la Argentina no caería en default durante el 2009, un gasto electoral "muy fuerte" podría dejar al país en una situación financiera "claramente insostenible" para 2010 y 2011.
El economista hizo hincapié en el reparto de fondos que la Casa Rosada podría hacer para diversas obras en las provincias en la carrera electoral que tendrá su punto culminante en octubre próximo y será una prueba de fuego para el Gobierno.
La renovación de legisladores nacionales será la primera demostración electoral de la sociedad que tendrá que enfrentar Cristina Kirchner tras casi dos años de mandato, y el resultado podría ser clave para el tiempo que le quede en el sillón de Rivadavia.
En declaraciones a Radio El Mundo, Abram dijo que este año "es muy difícil" que la Argentina entre en default, pero advirtió que tienen "temor" porque un gasto electoral "muy fuerte" podría dejar al país en una situación financiera para 2010 y 2011 "claramente insostenible".
Por otra parte, criticó duramente a quienes siguen sosteniendo que el país no se va a ver afectado por la crisis mundial e indicó a la desaceleración de la economía en diciembre pasado como "un dato que abre interrogantes sobre la verdadera situación".
"Si sacáramos los fondos confiscados de las AFJP, el resultado de la recaudación sería mucho peor. Es muy preocupante la desaceleración porque ni las consultoras privadas la daban tan marcada", dijo el economista.
Y añadió: "Eso abre algunos interrogantes del verdadero impacto de la crisis que estamos sufriendo y la incertidumbre que tiene la gente que prefiere guardar su dinero y no invertir".
Abram aclaró que cuando se desató la peor etapa de la crisis era "normal" que se pensara que el país no iba a ser tan golpeado por la solidez financiera y el poder de reservas del Banco Central.
"Pero la situación cambió a partir de las confiscación de los ahorros de los afiliados al sistema de capitalización, que generó una percepción de que el derecho a la propiedad, lo más básico en la Argentina, se había perdido", explicó.
Sostuvo que "esa es la visión de los inversores externos, sin lugar a dudas", porque en el mundo hay algo que es "intocable" y son los ahorros para la vejez.
"Ver que un gobierno confisca esos ahorros no es una buena señal. A partir de allí uno puede esperar que cualquier dólar que invierta en la Argentina pueda ser confiscado en caso de necesidad del Estado", advirtió.
Con respeto a los anuncios para incentivar el consumo que realizó Cristina Kirchner, Abram dijo que "la verdad es que el impacto real en cuanto a mejorar el optimismo de la gente es nulo y hasta marginalmente negativo".
"Nadie se vuelve más rico por pasar la plata de un bolsillo a otro. Y lo que se está haciendo acá es, en definitiva, destinar asignar dinero ya destinado para otros fines a lo que un funcionario dice que hay que destinar", aseguró el economista.
Detalló que se está pasando plata que el Banco Nación, la ANSeS y las AFJP ya tenían invertidas o prestadas para determinados consumidores, "a obras o acciones señaladas por un funcionario, que no generan aumento en la demanda".