Para el economista, aunque el gobierno lo niegue, los problemas energéticos existen. Cuestionó el control de tarifas: “Nadie va a invertir un peso”
El director de la consultora Exante, Aldo Abram, señaló que la crisis energética se evidencia en las “soluciones desesperadas” que toma el gobierno para restringir el consumo y advirtió que los empresarios no están dispuestos a invertir “ni un peso” con el control que se ejerce en las tarifas.
Abram señaló que, desde 2002, las empresas “no invierten porque no saben en qué condiciones van a estar produciendo” al recordar que ese año “el gobierno nacional quebró unilateralmente todos los contratos de las empresas de servicios públicos y rompió todas las reglas de juego. A partir de allí, nunca más se restablecieron”.
Agregó que el Estado “no tiene capacidad de invertir” y con eso se llega a perjudicar a la calidad de quienes los tienen, pero “más aún a quienes no lo tienen y no van a poder acceder a ellos”.
“Nos encontramos con un problema grave para resolver con la mentalidad que tiene el gobierno, para quien las condiciones de prestación de servicios públicos y las tarifas son instrumentos para la redistribución de la riqueza y por lo tanto tienen que estar en manos de un funcionario que determina cuándo, cómo y dónde se suben las tarifas y cómo se prestan los servicios”, graficó.
En declaraciones a Asteriscos, por Canal Metro, el economista puntualizó que esa situación genera “una incertidumbre infinita y los inversores nunca van a poner un peso de ese modo para invertir”.
“Más allá de que desde el gobierno no se quiera aceptar la situación energética, uno se da cuenta de que algo hay en el fondo cuando empiezan a aparecer soluciones desesperadas en lugar de soluciones reales como el proyecto para prohibir el patentamiento de autos gasoleros, porque no pueden resolver el problema de escasez de gasoil, y generan cada vez más problemas en el mercado”, apuntó.
Otro de los aspectos que cuestionó es la decisión que las empresas “que quieran aumentar su consumo para producir van a tener que autogenerar la energía. Eso suena mal para las empresas existentes y mucho peor para las empresas que se quieran instalar porque no van a tener record anterior. ¿Van a pagar el doble o el triple que las instaladas ¡es absurdo!”.
El tema energético, según Abram, incidirá en las posibilidades de crecimiento que si bien este año puede superar el 8 por ciento “el año próximo estará rondado el 6 por ciento, pero con un proceso de desaceleración en marcha definido porque cada vez más sectores van a llegar a su frontera potencial de producción”.