Marcello Lippi, quien dejó el cargo de seleccionador de Italia después de su gloriosa victoria en la final de la Copa del Mundo en julio, comentó que no estaría interesado en regresar con los "azurri" con un papel de supervisor.

Guido Rossi, el comisario extraordinario de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), había estado meditando emplear a Lippi para supervisar los asuntos del equipo nacional.

Pero Lippi, que se dirigió a los medios de comunicación por primera vez desde que ganó la Copa del Mundo el 9 de julio, insistió en que no estaba interesado en el trabajo.

"Nunca me convertiré en un supervisor del equipo nacional porque no es mi tipo de trabajo", dijo Lippi en una rueda de prensa en su ciudad natal, Viareggio.

Lippi también tuvo palabras de estímulo para su sucesor Roberto Donadoni, en la cuerda floja después de que Italia sólo sumara un punto en los dos primeros partidos de clasificación para la Euro-2008 ante Lituania y Francia.

"Estoy convencido que establecerá un fuerte lazo con los jugadores. No tengo dudas que el equipo encontrará su forma y que él sacará lo mejor de todos ellos".