Por Adrián Taccone

El entrenador argentino Héctor Cúper, quien perdió seis finales disputadas en diferentes equipos y selecciones del mundo, dijo que "para perder una final, primero hay que jugarla", y vaya si la Selección argentina sabe de eso, de resugir de las cenizas, de alcanzar la gloria y de continuar con esa mística que ya la inunda.

Es que el equipo conducido por Lionel Scaloni tiene "mal acostumbrados" a los hinchas, ya que disputará la cuarta final en tres años, luego de ganar la Copa América 2021, la Finalissima 2022 y la Copa del Mundo 2022, venciendo a Brasil, Italia y Francia, respectivamente.

El camino no fue fácil, porque varios nombres están viviendo sus últimos metros con la camiseta, pero también se vislumbra una renovación que motiva a tener siempre el crédido abierto, pero lógicamente que frente a Ecuador (1-0) y Canadá (2-0), el equipo debió apelar a otras cuestiones, siempre teniendo el juego y el criterio futbolístico como bandera.

A su vez, Lionel Messi afrontará su décima final con la Selección argentina sumando los torneos juveniles, como el Mundial Sub 20 en Países Bajos (2005) y los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 (medalla de oro), pero claro, con la mayor cosechó duras derrotas en la Copa Américaa 2007 (Brasil 3-0), Copa del Mundo 2014 (Alemania 1-0), Copa América (2015) y Copa América Bicentenario (206), ambas por penales con Chile.

Pero luego se abrió el camino y el capitán argentino levantó las copas ya mencionadas y en el epílogo de su trayectoria está a las puertas de una nueva conquista, cuando su carrera ya está más cerca del adiós de seguir surcando los campos de juego.

Como equipo el funcionamiento que propone Scaloni sigue siendo el de tenencia de pelota, circulación y presión, teniendo en Messi y Angel Di María (en sus últimos minutos con la selección), a los hombres más creativos, pero además con la solidez defensiva, ya que solo le convirtieron un gol en esta Copa América 2024 y por momentos da la sensación que será así de manera indefinida.

Lo que queda por delante es: disfrutar. Porque ganar se puede ganar, pero también la derrota es parte del otro 50 por ciento. Para las generaciones actuales estos son momentos de dicha y emoción, porque allá hace tiempo quedaron las críticas, las burlas, las chicanas y porque no, los recuerdos de logros y títulos que tenían nombres de ex jugadores. El presente es este. Argentina en una nueva final, todo por conseguir una vez más.